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ATLETISMO

Drummond paraliza los Mundiales de París al negarse a dejar la pista tras ser descalificado

El atleta ha empezado a correr antes de tiempo una vez que ya se había producido una salida nula, lo que le ha descalificado en cuartos de final de los 100 metros

Ocho de los hombres más veloces del mundo, bombas musculares capaces de recorrer 100 metros en poco más de 10 segundos, esperan en tensión el pistoletazo que dé la salida a los cuartos de final masculinos de esta prueba de los Mundiales de Atletismo que se disputan en París. Se produce una salida nula, y luego, milésimas de segundo antes de que retumbe el disparo en el Stade de France, dan su primera zancada jamaicano Asafa Powell y el ex campeón estadounidense Jon Drummond. Ambos comienzan a correr menos de 100 milésimas después del pistoletazo, es decir, con un tiempo de reacción que el reglamento marca como nulo. Por tanto, dado que ya se ha producido una salida nula con anterioridad, ambos deben ser descalificados.

Pero Drummond, de 34 años, no tiene muy claro que tenga que ser así. De hecho, parece más bien inclinado a pensar todo lo contrario (sobre todo al ver que la grabación de televisión le da la razón), dada su actitud tras conocerse la decisión de los árbitros. El atleta, en lugar de retirarse de la pista, decide entonces tumbarse en ella, en concreto en la pista cuatro. Y de allí ya no hay quién le mueva durante casi 10 minutos, ante el gesto de estupefacción de los árbitros. Luego parece recapacitar y se retira con la cara congestionada por la rabia y la lágrimas.

Con el estadio en pie vociferando por la insubordinación del estadounidense, los árbitros deciden entonces posponer la carrera y dejar que se corra la siguiente semifinal (y el resto de pruebas que tienen que celebrarse en esta pista, congeladas por este incidente). Pero esta decisión sólo ha retrasado la polémica. En el momento de correr la carrera aplazada, el público ha estallado en protestas al no ver a los dos corredores en la pista. En la tribuna de honor, el presidente del Comité Olímpico Internacional sufría el escándalo de los asistentes con media sonrisa en la cara, mientras su predecesor en el cargo, el español Juan Antonio Samaranch, congelaba un rictus serio y afectado. Al final la carrera, retrasada esta vez por un público animado a la rebelión por el mismo Drummond, se ha corrido sin los atletas descalificados.

Drummond, tendido en la pista ante la impotencia de los árbitros que lo han descalificado.
Drummond, tendido en la pista ante la impotencia de los árbitros que lo han descalificado.AP

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