El Athletic consigue vencer en casa a la Real Sociedad (2-1)

Dos goles impresionantes de Tiko le han dado al Athletic la victoria ante su eterno rival: la Real Sociedad. El nuevo fichaje de los donostiarras, Kovacevic, ha conseguido marcar en su retorno al club que lo hizo famoso en la Liga española, pero el árbitro le ha anulado el gol.

En medio de un ambiente excepcional, con el estadio de San Mamés repleto de aficionados de los dos equipos, el partido se presentaba reñido, y no defraudó. La Real demostró que por su juego no debería estar en puestos de descenso, pero la eficacia y la calidad de las estrellas bilbaínas pasó factura.

El navarro Tiko fue el encargado de abrir el marcador en el minuto 40 de la primera parte. Después de un gran pase de Ismael Urzaiz, el ex osasunista disparó con la pierna derecha y dejó sentado al portero realista. El Bilbao imponía su garra al descanso.

Pero la Real Sociedad no estaba dispuesta a irse sin puntuar de San Mamés. Apenas diez minutos después de reanudarse el juego, De Pedro, de falta directa, conseguía igualar el marcador.

A partir de entonces se multiplicó el nerviosismo, que contagió sin duda al árbitro: Medina Cantalejo. Y es que la Real se creció y buscó el gol de la victoria y, de hecho, Kovacevic lo consiguió, pero el colegiado, inexplicablemente, lo anuló. Además, las protestas del entrenador Benjamin Toshack mandaron al técnico al vestuario antes de tiempo.

Después, y en pleno intercambio de oportunidades, con el público disfrutando de un gran derbi, Tiko, de otro tremendo derechazo, sorprendió desde lejos al portero de la Real y sentenció el partido.

Un empate que no sirve para mucho

El Villarreal se ha dejado empatar con el Rayo Vallecano (1-1) en uno de los mejores partidos jugados en casa. El resultado deja a los de Villarreal cerca del descenso y da algo de aire al Rayo.

Desde el principio, los de Víctor Muñoz querían hacerse dueños del centro del campo pero les costaba mucho y las constantes imprecisiones en sus pases hacían que ni Pizzi ni Víctor dispusieran de balones claros para enfrentar la meta de Etxeberría.

Pero superados los veinte minutos de juego, el Villarreal comenzó a mostrar su mejor cara. El equipo local empezó a dominar con claridad, Cagna y Galca a distribuir el juego, Pizzi se hizo notar y Víctor era, sin duda, un dolor de cabeza para la defensa vallecana.

El Villarreal mejoró aún más en la segunda parte, que realizó su mejor partido en casa, pero tan sólo consiguió marcar a los 20 minutos de la reanudación gracias a un penalti.

Los minutos pasaron y parecía que la victoria sería para los locales, que se permitieron fallar jugadas de mano a mano e, incluso, Quique Martín sólo ante el portero no sentenció, y el que no sentencia dicen que normalmente lo paga y en el último minuto un error en el marcaje dejó sólo a Quevedo, quien de cabeza puso el empate a uno definitivo.