Francia, a un paso de su novena Ensaladera tras la victoria en el dobles

La victoria de Cédric Pioline y Fabrice Santoro sobre Patrick Rafter y Lleyton Hewitt por 2-6, 6-3, 7-6 (7/5) y 6-1 en dos horas y 48 minutos esta madrugada sitúa con ventaja al equipo francés (2-1) en la final de la Copa Davis que le enfrenta a Australia, por lo que sólo precisaría de una victoria en uno de los dos partidos individuales que se disputan mañana en la pista de Rod Laver para ver cumplido un viejo sueño, el de tomarse la revancha tras la derrota vivida en la final del 99 en Niza.

El capitán australiano recurrió a sus dos principales raquetas, Rafter y Hewitt, número uno del mundo, para afrontar el dobles y que hoy se han mostrado faltos de entendimiento.

Esta apuesta, en detrimento de Woodbridge y Arthurs, se convirtió en un fallido intento para intentar reconducir la marcha del conjunto australiano en esta final, que se comenzó a torcer con la victoria de ayer de Ecudé sobre Hewitt y que no entraba en los pronósticos de nadie.

Por su parte Forget, el capitán francés, ha recurrido a la experiencia de Pioline, con quién coincidió en el equipo que ganó la Ensaladera en el 96, y Fabrice Santoro.

Sólo en los primeros instantes el control del partido ha correspondido a los tenistas locales, en base por los fallos de Pioline, que ha cedido sus dos primeros servicios, los únicos que ha perdido el conjunto francés en todo el partido, y dejaba la primera manga en franquicia para los australianos.

Han cambiado las tornas en el comienzo del segundo set. Francia consiguió el break en el segundo juego sobre el servicio de Rafter para ponerse con un 3 a 0 a su favor y eso terminó por asentar la mayor calidad como doblista del tenis galo.

La rotura fue suficiente para que Francia se anotase este segundo parcial y restableciese la igualdad.

La tensión se podía mascar en el ambiente y todos era conscientes de que el punto del dobles "era clave" en la eliminatoria como había reconocido en la previa el capitán galo Guy Forget.

Los cuatro jugadores se concentraron en mantener su servicio con mayor o menor sufrimiento y después de alcanzar el despempate la manga cayó del lado galo por 7 a 5, mientras que los australianos comenzaban a pagar las dos bolas de set perdidas en el juego duodécimo.

La perdida de este tercer set, clave en la disputa del choque, fue como un jarro de agua fría para los australianos que ya no se repusieron del golpe.

Hewitt cedía por primera vez su servicio en el segundo juego y nuevamente en el sexto lo que terminaba por encarrilar el partido para los hombres de Guy Forget.

Esta victoria deja a un sólo paso a Francia de su novena Ensaladera. Australia deberá hacer un sobresfuerzo para superar este resultado adverso, sólo en cinco ocasiones ganó una eliminatoria que perdía por 2 a 1, la última la temporada pasada ante Suiza, y sumar su vigésimoctavo título.