El estadounidense Guido Trenti se adjudica la etapa con final en Guadalajara

El italoamericano Guido Trenti ha logrado el segundo triunfo consecutivo del Cantina Tollo en la decimonovena etapa de la Vuelta disputada bajo la lluvia entre Cuenca y Guadalajara, en una jornada previa a la cita clave de Abantos, donde los hombres del podio gastarán las fuerzas que ahorraron en un día de placida transición.

Esta vez no hubo espectáculo en la línea de llegada y Trenti levantó los brazos en vencedor con los gestos habituales ante la desolación de los tres corredores que compartieron con el los últimos kilómetros de escapada, Mikel Zarrabeitia (ONCE Eroski), el kazajo Alexander Shefer, del Alessio y Chente García Acosta, del iBanesto.com, que entraron por este orden.

Trenti, nacido en Milán hace 28 años y con doble nacionalidad, invirtió un tiempo de 3h.49.34 y aportó la segunda victoria para su equipo después de la de Filippo Simeoni en Cuenca. Fue el más fuerte e inteligente a la hora de afrontar el kilómetro decisivo. No malgastó energías en intentos de última hora y aguantó hasta el final para lanzar el latigazo definitivo. Nadie le pudo contestar y aún entró con 2 segundos sobre Zarrabeitia.

"Dedico la victoria a mi abuela, que murió hace tres días. No podía fallar. Me llamó mi padre para darme la noticia y me dijo que quería que siguiera en carrera. Llevaré el ramo de flores a su tumba cuando vuelva a Italia", dijo, emocionado, Trenti, quien el año próximo compartirá filas en el Cantina con Mario Cipollini.

Cuatro españoles se metieron en el proyecto escapada del día por las tierras castellano manchegas: Chente García Acosta (iBanesto.com), Mikel Zarrabeitia (ONCE Eroski), Igor Flores (Euskaltel) y Juan Carlos Vicario (Festina). Con ellos el experto italiano Mariano Piccoli y el holandés Karsten Kroon, entre otros.

Flores, un hombre rápido en las llegadas, pinchó en los momentos decisivos y se despidió de sus opciones, Vicario atacó antes de tiempo y se hundió y Zarrabeitia y Chente, que participaron hace dos años en una fuga idéntica camino de Guadalajara, llegaron desfondados.

Del pelotón poco se supo a lo largo del día. Llegó a más de quince minutos del ganador con los favoritos pensando en lo suyo.

Oscar Sevilla mantuvo el maillot oro, Angel Casero a 25 segundos y Roberto Heras a 2.20. En Abantos deberán gastar las calorías que se ahorraron por las tierras de Castilla La Mancha. El fin de semana será suyo en el capítulo del protagonismo.

La etapa tuvo un recuerdo especial para el legendario corredor español Luis Ocaña, vencedor del Tour de 1973 y fallecido hace unos años. La carrera pasó por Priego (Cuenca), su localidad natal, donde se instaló una meta volante con un premio especial que se llevó Chente García. Esa fue la recompensa del navarro, quien participó en la escapada que nació en el kilómetro 50.

Llega uno de los días más esperados de este final de Vuelta con la disputa de la vigésima etapa entre Guadalajara y el Alto de Abantos, de 181,3 kilómetros de recorrido. Etapa que tendrá un doble paso por el monte que pone el punto final, de primera categoría y el Alto de Robledondo, de tercera, como aperitivo. Los favoritos tendrán la penúltima oportunidad para jugar sus bazas, que ya serán las definitivas.

Será la tercera llegada de la Vuelta a Abantos. La primera fue en 1999 y Roberto Laiseka obtuvo la primera victoria del Euskaltel en la historia de la carrera, y la segunda en 2000, donde Roberto Heras ató su definitivo maillot oro.