El Tau gana el segundo partido en Atenas y empata la serie de semifinales (67-70)

El Tau Baskonia ha empatado la serie de semifinales de la Euroliga tras vencer al AEK de Atenas en el segundo partido de la eliminatoria en tierras griegas. La polémica surgida con el final del primer encuentro, en el que el AEK se alzó con el triunfo gracias a una canasta fuera de tiempo y que todavía está pendiente de resolución, marcó al cuadro de Dusko Ivanovic, que no perdió la concentración a los largo de los 40 minutos.

Desde el primer momento se vió un desventaja entre los hombres grandes de ambos conjuntos

que los baskonistas resolvieron favorablemente. Dusko Ivanovic, pese a sacar el mismo quinteto que en el primer partido, decidió variar el trabajo de Timinskas, que se dedicó a defender a Kutluay. El AEK estuvo más blando en defensa, con lo que se establecieron las primeras ventajas del Tau (3-10) en el minuto 5. A partir de ese momento, la escuadra griega reaccionó y, ante la pérdida de rigor ofensivo del Tau, se puso por encima en el marcador (16-17) en el primer cuarto.

En el segundo periodo predominó el tiro exterior del AEK, con un excelente Kutluay, y la entrada en cancha de Muursepp. No obstante, el quinteto alavés no acusó la ventaja de los helenos gracias a la aportación de Bennnet y Foirest, con lo que Tau se iba al descanso

con un favorable 33-38.

En el comienzo del tercer cuarto, el Tau perdió el dominio en el rebote, dando concesiones al AEK. Timinskas intentó abrir brecha con un par de triples, pero el equipo no reaccionó en lo que fueron minutos poco brillantes de ambas escuadras.

Ivanovic apostó por meter a su segundo base, Corchiani, con lo que Bennett propició una mayor aportación anotadora que sumar a la ya excelente actuación del base americano.

A falta de cuatro minutos para el final, el Tau cobró una ventaja de 59-64. Corchiani desplegó su potencial y los locales se vieron apurados ante el juego baskonista. Scola desperdició la última jugada decisiva, pero la quinta falta de Stefanov fue la puntilla para los griegos, que volvieron a caer ante el Tau. Y es que esta vez sí sonó la bocina.