Así se vive a los pies del Pirineo
En la comarca de Somontano (Huesca) todo está atravesado por el valle y la montaña. También la vida y la esencia de sus pueblos que, ya hace miles de años, convirtieron esta tierra fértil en un orgullo gastronómico, enológico y cultural
En la entrada de Barbastro (Huesca), la capital de la comarca del Somontano (literalmente, al pie de la montaña), el edificio gótico-renacentista de la antigua iglesia desacralizada de San Julián recibe al visitante como un aperitivo ante lo que está aún por descubrir. En su interior está el restaurante Trasiego, galardonado con un sol de la Guía Repsol, un espacio de creación gastronómica donde casi todo es materia prima de la comarca y alrededores.
Pero en Somontano, todo lo que se come y se bebe es producto de una profunda evolución cultural y social. Por eso, es imprescindible conocer la historia de esta comarca, de sus pueblos –algunos considerados internacionalmente como los mejores del mundo para visitar– y de aquellos que vivieron aquí hace más de 30.000 años y dejaron su impronta artística. Un lugar que también es paraje natural, origen de deportes como el barranquismo o de espacios desde los que casi poder tocar las estrellas. Así es la vida a los pies del Pirineo.
Un privilegio y un reclamo
“El sector vitivinícola en Somontano es uno de los motores de la comarca que permite a los que somos de aquí seguir viviendo de nuestra tierra y que ha atraído a otros muchos que han hecho de ella su hogar”
Un maridaje que sabe a la tierra
En Trasiego, el restaurante que dirige el chef Javi Matinero en Barbastro (Huesca), todo sabe a la tierra. El cocinero oscense comenzó este proyecto gastronómico en 2013 para dar a conocer productos locales de Somontano, entre ellos, el vino. El establecimiento hace además de vinoteca donde adentrarse en todos los sabores que ofrecen las 15 variedades de uva con la que se realizan estos caldos y que permiten al chef acompañar cualquier creación. En este vídeo, Matinero nos adentra en un viaje desde la tierra hasta la mesa de Trasiego y por las calles de Barbastro.
Un río que habla de la Humanidad
Animales como caballos, renos u osos cavernarios, símbolos esotéricos, manos estampadas, alineaciones de puntos y trazos diversos... Los abrigos rocosos del cañón del río Vero, a su paso por la sierra de Guara (Prepirineo oscense), son la demostración de la vida hace miles de años. Este legado arqueológico, descubierto en 1969, contiene representaciones de arte rupestre que hablan de la Humanidad a lo largo de más de 30.000 años. Las más antiguas –del Paleolítico– se conservan en la cueva de Fuente del Trucho, las únicas de estas características descubiertas hasta la fecha en Aragón y declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1998. Desde el Centro de Arte Rupestre, un espacio museístico en el municipio de Colungo, parten las visitas guiadas a los abrigos de arte prehistórico.
1. En el Parque Cultural del río Vero se realizan visitas guiadas para todos los públicos a los abrigos rupestres. Foto: Comarca de Somontano de Barbastro
2. El cañón del río Vero concentra 60 abrigos rocosos con arte rupestre. Foto: Comarca de Somontano de Barbastro
3. El arte levantino (7.000 - 5.000 a.C.), exclusivo de la península Ibérica, es un arte figurativo y de carácter narrativo. Foto: GettyImages/ Daniele Schneider
1. En el Parque Cultural del río Vero se realizan visitas guiadas para todos los públicos a los abrigos rupestres. Foto: Comarca de Somontano de Barbastro
2. El cañón del río Vero concentra 60 abrigos rocosos con arte rupestre prehistórico. Foto: Comarca de Somontano de Barbastro
3. El arte levantino (7.000 - 5.000 a.C.), exclusivo de la península Ibérica, es un arte figurativo y de carácter narrativo. Foto: GettyImages/ Daniele Schneider
Este no es un pueblo cualquiera
No todos los pueblos pueden presumir de la declaración de ser el mejor del mundo (turísticamente hablando). Los habitantes de Alquézar lo hacen desde 2022, cuando la Organización Mundial del Turismo (OMT) le otorgó este galardón, y no únicamente por su castillo de origen islámico o su casco histórico que aún evoca su pasado medieval. Los principales motivos tienen que ver con esos mismos vecinos y su forma de vida: el premio a Mejor Pueblo Turístico solo se concede a municipios de baja densidad en los que se cuidan y preservan actividades tradicionales como la agricultura o la pesca o la arquitectura de las viviendas y edificios del municipio. Por eso Alquézar no es un pueblo cualquiera.
Aquí nació el barranquismo
Aunque los prehistóricos ya recorrían las profundas gargantas de los cañones y hace miles de años los pastores también utilizaban estos abrigos rocosos como refugio para su ganado, la manera de adentrarse en estas espectaculares paredes no se convirtió en deporte hasta el siglo XX. El montañero francés Lucien Briet, miembro en aquel momento de la incipiente Sociedad Francesa de Espeleología, descubrió en 1904 un gran número de barrancos en los Pirineos, especialmente en la sierra de Guara. Tras recorrerlos y darlos a conocer, dio lugar oficialmente a la práctica deportiva de recorrer barrancos, o barranquismo.
Un cielo oscuro pero brillante
La sierra de Guara se encuentra en una de las zonas más oscuras del mundo gracias a su clima seco y a su bajísima contaminación lumínica. Según la escala de Bortle, el sistema estandarizado que se utiliza para medir los cielos oscuros, los de Guara (con un 3 sobre 9, siendo 1 los cielos más oscuros) permiten la observación de impresionantes objetos astronómicos a simple vista, como la galaxia del Triángulo, Andrómeda o el Gran Cúmulo de Hércules. Un lugar preparado para esta observación es Las Almunias de Rodellar, localidad que dispone de una instalación al aire libre con espacio reservado para la ubicación de telescopios, tumbonas y paneles interpretativos del firmamento en cada estación.
Una casa en el Pirineo para los títeres
Desde hace años, Los Titiriteros de Binéfar, una compañía oscense nacida hace más de 40 años, andaban buscando un lugar idóneo para materializar su sueño: un teatro propio y un museo para su colección de títeres. Uno de los miembros de la compañía descubrió un anuncio de venta de unas casas en ruinas, algunas datadas del siglo XI, en el municipio oscense de Abizanda. Así nació La Casa de los Títeres, un museo con ejemplares de todo el mundo que trata de poner en valor este arte. Alberga también un teatro para un centenar de personas donde Los Titiriteros de Binéfar estrenan nuevas creaciones y reciben a compañías de otros lugares. En verano, las representaciones se hacen al aire libre.
Cómo completar la experiencia enológica
La comarca del Somontano, situada en el centro de la provincia de Huesca y al pie de las montañas, reúne las condiciones perfectas para elaborar grandes vinos. El enoturismo es la llave para descubrir una región de tradiciones adaptadas a la actualidad. Desde la Ruta del Vino de Somontano proponen conocer los procesos de elaboración de sus caldos y cómo la viticultura permea el carácter de la región a través del Bus de Somontano, una experiencia que se realiza dos veces al mes.
Hectáreas 4.000
Variedades de uva
Blanca
- Chardonnay
- Gewürztraminer
- Macabeo
- Sauvignon Blanc
- Garnacha Blanca
- Riesling
- Alcañón
Tintas
- Cabernet Sauvignon
- Merlot
- Tempranillo
- Syrah
- Garnacha Tinta
- Moristel
- Parraleta
- Pinot Noir
Un sabor a valle y montaña
Las 4.000 hectáreas de viñedo de la DOP Somontano se reparten entre el valle y la montaña. La situación geográfica y clima idóneos para la elaboración, la modernización de los métodos y el empleo de variedades locales combinadas con uvas foráneas (15 en total) dan lugar a 268 vinos. Los tintos de Somontano se caracterizan por su gran acidez, que les permite largas crianzas. Los blancos, en cambio, son vinos ágiles, frescos, con cuerpo y color pálido. Los rosados se caracterizan por su gusto afrutado y suave.
RENFE TE ACOMPAÑA
RENFE TE ACOMPAÑA
Estaciones: Huesca
LARGA Y MEDIA DISTANCIA:
Conexiones con y desde:
Madrid (16)
Barcelona (16)
Zaragoza (14)