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El estudio Inspira resurge del infierno de la dana para triunfar con el videojuego ‘Just Dance’

La empresa valenciana de animación, arrasada por la riada de 2024, supera la destrucción del barro para firmar uno de los ‘videoclips’ de la nueva entrega de la franquicia

“Desde aquel día, cada vez que escuchamos que viene una dana, temblamos”, confiesa María Lara, productora y cofundadora del estudio de animación valenciano Inspira, mientras señala las huellas de la riada en la nave de la empresa: en las cortinas negras que dividen los espacios del estudio todavía se distinguen las marcas del barro, y en las paredes se puede ver aún la que dejó el fango: casi un metro de altura.

Hace algo menos de un año la crecida provocada por la dana arrasó el polígono industrial donde se encontraba el estudio, a apenas 200 metros del barranco del Poyo, epicentro de ...

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“Desde aquel día, cada vez que escuchamos que viene una dana, temblamos”, confiesa María Lara, productora y cofundadora del estudio de animación valenciano Inspira, mientras señala las huellas de la riada en la nave de la empresa: en las cortinas negras que dividen los espacios del estudio todavía se distinguen las marcas del barro, y en las paredes se puede ver aún la que dejó el fango: casi un metro de altura.

Hace algo menos de un año la crecida provocada por la dana arrasó el polígono industrial donde se encontraba el estudio, a apenas 200 metros del barranco del Poyo, epicentro de una tragedia que causó más de 200 muertos y dejó más de 17.000 millones de euros de pérdidas. “La puerta se venció por la presión del agua. Cuando por fin entramos, había un metro de barro y un silencio desolador”, recuerda Javier Tostado, director del estudio. Sin embargo, un año después, una nota de esperanza se filtra en el ambiente: la canción Born To Be Alive suena a todo trapo durante la visita que realiza EL PAÍS. Es la melodía del videoclip que el estudio ha realizado para Just Dance, la franquicia de videojuegos de baile más grande del mundo, con más de 90 millones de unidades vendidas. La edición 2026 sale hoy a la venta. Y, con ella, el estudio ha resurgido de sus cenizas.

“Cuando vimos cómo había quedado el estudio, nos planteamos cerrar”, recuerdan. A Javier y María se les quiebra la voz al narrar la tragedia de hace un año. “Parecía una película de catástrofes: coches amontonados, alarmas sonando, la policía avisando de robos. Nos dijeron: ‘Llevaos todo lo que tenga valor, porque están entrando a saquear”, cuenta Tostado. Durante días no pudieron acceder al estudio, y cuando entraron vieron que los equipos electrónicos, las cámaras, los decorados, todo había quedado inservible. También los muñecos creados durante años. “Perdimos cerca de 200.000 euros en material”, calcula Lara. “Los equipos de animación, el motion control, las cámaras... ni uno sobrevivió”. Buscaron botas y palas para limpiar ellos mismos, pero estaban agotadas en toda Valencia. “La ayuda tardó cuatro días en llegar, porque no se podía ni acceder aquí. Fueron los cuatro días más duros de mi vida. Estuvimos solos, sin luz ni agua. Pensé que se había acabado todo”, asegura ella.

La ayuda apareció poco a poco: familiares, amigos, vecinos, incluso voluntarios llegados de todas partes de España. “Sin ellos habría sido imposible”, se le quiebra la voz a Lara. Aun con la solidaridad y la energía de la comunidad, la sensación era de derrota. Apenas dos semanas antes de la riada, el estudio había presentado en Sitges un proyecto sobre el cambio climático, Pangea. “Nosotros lo contábamos en ficción, pero de repente vimos sus efectos en carne propia”, reflexiona Tostado. Fueron días complicados, pero de aquella oscuridad brotó una chispa inesperada: tres semanas después de la riada, cuando todavía estaban retirando lodo del taller, recibieron una llamada de la compañía de videojuegos Ubisoft. La productora francesa quería contar con ellos para Just Dance 2026. “Pensábamos que se nos caerían los proyectos, pero con Ubisoft no fue así”, dice Tostado. “Nos ofrecieron una nueva canción, y fue la luz que necesitábamos para seguir”.

Del barro al plató

El estudio Inspira tiene una larga historia con Just Dance. Antes de su creación en 2016, sus fundadores trabajaban bajo el nombre de Clay Animation, responsables de la serie Clay Kids, coproducida con TVE y emitida en más de 50 países. “Ubisoft se fijó en nosotros por esa serie”, explica Tostado. “Nos propusieron hacer una de las canciones en 2018. Desde entonces, llevamos varias colaboraciones con ellos”. Su especialidad es el stop motion, la técnica artesanal con muñecos en la que cada segundo de animación requiere 25 fotografías. “La paciencia que hay que tener es inmensa. Pero el resultado es mágico”, detalla Iván Sarrión, director de animación.

El nuevo videoclip que Inspira firma para Just Dance 2026 acompaña el tema Born To Be Alive, de Patrick Hernandez, reinterpretado con una estética de Halloween. La protagonista es Lizy, una joven hija de Frankenstein rodeada de monstruos con características inesperadas: un Drácula vegano, un hombre lobo que cuida ovejas, y un coro de fantasmas, murciélagos y ovejas danzantes. “Queríamos darle la vuelta a los clichés, hacer un universo oscuro, pero adorable”, explica María Tamariz, concept artist del estudio. “Nos inspiramos en Hotel Transilvania, Miércoles y Coraline, pero buscando un punto propio, con mucho color y un toque de humor”, agrega.

El diseño del personaje, cuenta Tamariz, fue un proceso conjunto con el equipo parisino. “Iteramos muchas versiones con Ubisoft: probamos colores de pelo, maquillaje, peinados...”. Una vez aprobados los conceptos, en los talleres de Inspira comenzaron a construir los muñecos físicos. “Solo fabricar uno que se pueda animar lleva tres meses”, dice Sarrión, con el muñeco de la protagonista en la mano. “Después llega el storyboard, la coreografía y, finalmente, el rodaje, que se alarga otros tres meses. Todo, a 25 imágenes por segundo”. Mientras recreaban el nuevo mapa, el estudio seguía reparando los destrozos de la dana. “Había días en los que animábamos por la mañana y por la tarde venía el electricista a cambiar enchufes”, cuenta Tostado. “Era una locura, pero también fue una forma de curarnos”.

Kendra Meserve, jefa de producto de Just Dance, recuerda la decisión de seguir contando con Inspira tras la tragedia. “Sabíamos lo que habían pasado, y precisamente por eso queríamos que participaran”, explica durante la visita al local. “Son un estudio con una sensibilidad especial. Su trabajo en Born to Be Alive encaja perfectamente con el espíritu de Just Dance: diversidad, alegría y superación”. Just Dance cuenta con más de 1.500 coreografías creadas en 20 juegos y colaboraciones con artistas como Billie Eilish, Ariana Grande, Disney o Eurovisión. El nuevo título, que se lanza hoy, incluye temas de Lady Gaga, Bluey y Dua Lipa. “El de Valencia encaja en la categoría family friendly. Es un mapa divertido, luminoso, pero con alma. Algo que siempre ha gustado a los jugadores”, añade Meserve.

‘Born To Be Alive’

En el taller de Inspira, el barro ya es historia. Las mesas vuelven a llenarse de muñecos, focos y piezas diminutas. “Ahora tenemos 10 personas fijas y hasta 25 cuando hay proyectos grandes”, dice Tostado. “Para Born To Be Alive llegamos a ser 40 trabajadores. Fue volver a sentir que podíamos hacer algo grande”. El equipo, entre ellos el propio hijo de Lara y Tostado, se mueve ahora entre decorados que parecen maquetas de sueños: una casa encantada, un cementerio colorido, el castillo de Drácula o la cueva del hombre lobo. “Cada escenario tiene sus trucos”, explica Sarrión. “Usamos plastilina, técnicas multiplano, iluminación artesanal… Todo lo que se ve es real, construido a mano. No hay nada que sustituya eso”.

Pero el recuerdo de la dana no desaparece del todo. “En Valencia, cuando anuncian tormenta, el corazón se nos encoge”, admite Lara. “También hemos aprendido a valorar lo que tenemos. Perdimos cosas materiales, sí, pero ganamos una nueva forma de mirar”. Tostado asiente: “Cuando te toca empezar de cero, aprendes quién eres realmente. Y nosotros somos esto: barro, plastilina y muchas ganas de seguir creando”. El estudio ha vuelto a ponerse en marcha, con nuevos proyectos y la esperanza de que esta vez el agua no lo arrastre todo. “Animar es resistir”, dice María Lara, mientras observa a Lizy, la hija de Frankenstein a la que ellos mismos dieron vida. “Cuando la ves bailar en la pantalla, piensas: después de todo, seguimos aquí. Y eso ya es un milagro”.

En los últimos meses han recibido otra gran noticia: Derek Frey, productor de muchas películas de Tim Burton, se ha interesado para producir Pangea, el proyecto que presentaron en Sitges. “Todavía no acabamos de creernos que alguien así se haya querido implicar en nuestro proyecto”, cuenta Tostado, sin poder reprimir la felicidad. Afuera, el sol cae sobre el polígono. Nadie diría que hace menos de un año la tragedia arrasó con todo. En el interior de la nave sigue sonando Born to Be Alive. El estudio la ha convertido desde ya en la banda sonora de su propia resurrección.

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