Isabelle Huppert con Castellucci, Toni Servillo y Carme Elías, en un Temporada Alta que aspira a ser “el festival de un país normal”
La gran cita de las artes escénicas en otoño en Cataluña programa 110 espectáculos de teatro, danza, circo, cine y música
No es habitual que un actor marcando paquete abra la presentación institucional de un festival de teatro. Así ha ocurrido hoy en la rueda de prensa del 33º Temporada Alta, el festival de Girona y Salt que es la máxima expresión de las artes escénicas en el otoño catalán y que se desarrollará del 12 de septiembre al 8 de diciembre con un total de 110 espectáculos, 23 de ellos internacionales y procedentes de 17 países. Como preámbulo al acto, celebrado en el escenario y back stage del Teatre Municipal gerundense, se ha proyectado en una pantalla el corto que se realiza habitualmente para el festival, en este caso, Les étoiles, de Salvador Sunyer Vidal, hijo del director del Temporada, Salvador Sunyer, un filme en blanco y negro que arranca como una gamberrada paródica a propósito del conocido anuncio de la colonia Light Blue de Dolce & Gabana (es como un making off ficticio del spot) para adentrarse en una reflexión con mucha tela (bien, no en el bañador del protagonista), sobre las relaciones actor / director, incluidas las nociones tan sobre la mesa hoy de manipulación y abuso de poder. Oriol Pla asume la papeleta de encarnar al modelo David Gandy del anuncio embutido en el mismo bañador de eslip blanco sin dejar de dar la talla (y valga el guiño), mientras que un espléndido Pol López interpreta a un director engreído y vanidoso que filma al actor en las aguas de Italia y lo mangonea con una suficiencia y una falta de respeto infectas.
El corto, una joya de realización e interpretación en la que los actores fueron improvisando, forma parte de la programación de cine de Temporada Alta que incluye Tardes de soledad, de Albert Serra (una película sobre la tauromaquia que puede provocar controversia); Madrid 1987, de David Trueba; la proyección de La pasión de Juana de Arco, de Dreyer (con conexión teatral directa: sale Antonin Artaud), en la catedral con música en directo del organista Juan de la Rubia; y dos filmes relacionados con sendas obras teatrales que se verán en el certamen: La ceremonia, de Claude Chabrol, con Isabelle Huppert, que protagoniza una de las grandes atracciones del programa, la Bérenice de Racine en una aproximación muy personal de Romeo Castellucci, y La grande belleza, de Paolo Sorrentino, con el gran Toni Servillo, que acude al festival con Tre modi per non morire, a partir de textos de Dante, Baudelaire y clásicos griegos.
La programación del Temporada Alta 2024, la más amplia de su historia (aunque ello no apunta a una intención de crecimiento, ha matizado Sunyer), pone a la venta 58.647 entradas y tiene un presupuesto de 3.076.000 euros, con una subvención de la Generalitat de Cataluña de 800.000 euros, 400.000 del Ayuntamiento de Girona y 728.000 de patrocinio privado Sunyer ha hecho votos porque otros festivales y entidades sean igual de transparentes en sus cuentas). El grueso de la programación arrancará en octubre, pero habrá un “aperitivo” de 5 funciones (13 al 15 de septiembre) de Carmina Burana La Fura dels Baus.
El director del festival ha destacado cuatro objetivos. “Ser el festival de un país normal, con una mirada amplia sobre nuestra escena y sobre la escena internacional; ayudar a la producción catalana, conseguir su internacionalización, que lo de aquí salga afuera; y lograr que el festival llegue a todos los rincones de nuestro entorno”. En cuanto lo último, Sunyer ha señalado que un 11 % de habitantes de Girona y Salt van al teatro, lo que deja un 87 % a los que hay que tratar de llegar. Para conseguirlo, ha subrayado el director, la programación ha de ser lo más amplia posible, con registros para todos, desde lo amable a lo terrible, de lo familiar a lo experimental y contemporáneo. Ha detallado que 28 de las propuestas son de o con artistas gerundenses, y la autoría catalana alcanza el 65 % de la programación. Del teatro internacional, ha considerado que Temporada Alta “habla de tú a tú con los festivales internacionales”. Y ha destacado la presencia de grandes nombres como los de Castellucci, Hupert, Servillo, o Tiago Rodrigues (actual director del festival de Aviñón) con Dans la mesure de l’impossible, sobre el mundo de los cooperantes, con sus luces y sus sombras. Needcompany, la compañía de Jan Lauwers, estrenará Un sublime error, retrato íntimo de un hombre interpretado por Gonzalo Cunill; La Veronal estará presente con su nueva propuesta, Totentanz, Morgen ist die frage y la obra que consagró al grupo, Sonoma; la compañía (La) Horde al frente del Ballet Nacional de Marsella ofrecerá en Barcelona, en el Mercat de les Flors, Age of content. Sunyer ha recomendado también el espectáculo de la bailarina y coreógrafa sudafricana Mamela Nyamza.
Como ejemplo de internacionalización de la escena del país, la coproducción a varias bandas Paisatges compartits, proyecto europeo liderado por Caroline Barneaud y Strefan Kaegi, de Rimini Protokoll, que invita a artistas de distintas disciplinas a crear espectáculos en espacios naturales. En Temporada se verá en Celrà y el artista de aquí será El Conde de Torrefiel.
En la mirada general sobre la escena del país, con 25 espectáculos, figuran estrenos como Mort d’un comediant, de Guillem Clua, con Jordi Bosch, Gola, con Oriol Pla, La cuina de Els Pirates, Allà lluny hi ha una caseta, un cuento de terror de Jordi Casanovas; Pura passió sobre texto de Annie Ernaux por Cristina Plazas, y el esperado remake de Un matrimonio de Boston, de David Mamet, esta vez con Emma Vilarasau en el papel que hacía la añorada Anna Lizaran en 2005, Marta Marco en el que hacía ella, y Emma Arquillué en el que interpretaba Marco, de nuevo con dirección de Josep Maria Mestres.Llàtzer Garcia adapta y dirige un Bartleby para el actor Albert Prat. Jordi Boixaderas servirá una lectura de textos de Rosseau, y Carlos Cuevas una de Thoreau.
Un momento especialmente emotivo del festival será sin duda Cartes d’amor, la conocida pieza de teatro epistolar de A. R. Gurney concebida para ser leída y que se ha montado con Ramon Madaula y Sílvia Munt de directora como homenaje a Carme Elias, actriz afectada de alzhéimer, que leerá las cartas con Madaula.
Se podrá ver los dos Vanias de la compañía Kamikaze con Javier Cámara, y al extraordinario clown Slava Polunin. Y un homenaje a Modest Prats en la catedral, de la mano de Pere Arquillué y Josep Maria Fonalleras
Sunyer ha señalado también la sección de teatro iberoamericano, aprovechando para recordar la profunda influencia que en él tuvo Margarida Xirgu. Serán 8 espectáculos, entre ellos Kill Me de Marina Otero, Tierra, de Sergio Blanco, y una Gaviota por el argentino Guillermo Cacace.
Oportunidad para disfrutar de nuevo de espectáculos como Els Buonaparte, Fairfly, Casares-Camus, Le congrès ne marche pas, la Poncia de Lolita, o La disputa de Flotats.
El festival incluye una programación musical ecléctica con artistas como Jeff Mills, Sopa de Cabra, Mushka, Rozalen o el Soweto Gospel Choir.
El proyecto audiovisual La Caverna con vídeos de una hora sobre creadores escénicos incluirá esta vez a Cabosanroque, Anne Terese de Keersmaker, El Conde de Torrefiel y Lluís Pasqual.
“El teatro no tiene sentido si no te acuerdas de los espectadores”, ha reflexionado Sunyer (que por su parte se ha acordado de la anterior consejera de Cultura, Natàlia Garriga, con un agradecimiento). “Todo el mundo tiene que encontrar en la programación algo de su gusto”. Y ha recalcado que el festival, que quiere ser una “fiesta amplia”, intenta llegar a todos y crear público con iniciativas como el programa A Tempo, con 11 espectáculos para grupos de escolares.
La presentación ha servido de debut del nuevo secretario general del departamento de Cultura, el museólogo y arqueólogo (fue director del Museo de Arqueología de Tarragona y del de Barcelona) Josep Maria Carreté, que ha dicho que estrenarse con Temporada Alta es como hacerlo en la Champions. Ha señalado que el del festival es un modelo consolidado y un referente del país y ha expresado el compromiso de seguir dándole apoyo “en la línea de la consellera Garriga”. Por su parte, el alcalde de Girona, Lluc Salellas, ha recordado que Temporada Alta es sinónimo de otoño, ha pedido que la conexión iberoamericana tenga impacto en la población latina de Girona y Salt y ha retomado el símil de la Champions [en cuyo sorteo hoy participa el Girona] con la consideración: “Con Temporada Alta somos de Champions hace tiempo”.