“Buscar la vida entre titulares”
Pepa Bueno y Toni Garrido afrontan una nueva temporada en las primeras horas de la SER
Pepa Bueno y Toni Garrido tratan con gente que se está despertando, en el primer caso, y con gente ya supuestamente despierta. Pepa abre Hoy por hoy de la SER a las seis de la mañana; y Toni toma el relevo cuatro horas más tarde.
Ahora responden a un reto lanzado por Daniel Gavela, director de la cadena: contar la vida, “hallar la levedad de la SER, pues a la sociedad española le sobra gravedad”.
¿Visualizan a esos oyentes? Pepa tiene “mucho entrenamiento”: viene de la televisión, lleva seis años en radio. Piensa “en oyentes concretos que me regalan su opinión y su crítica. Una me dijo: ´ Soy una enferma de la SER. Pienso en los que no vivirían sin esta emisora!”
Dice Pepa: “`Nosotros no hacemos mítines, contamos historias y noticias”. Ella contó el último jueves, para abrir, la historia de Luca, un niño de cuatro años que pidió socorro por teléfono para salvar a su madre desmayada por una subida insólita de glucemia.
Garrido le decía antes de la entrevista lo que sintió él como oyente. Visualizó la escena “perfectamente, porque nosotros somos los primeros oyentes de cualquier historia. Esta frase que persigue a la radio, ´Si el locutor te enamora, no vayas a la emisora`, es verdad: también idealizamos a los oyentes. Krisffer Kristofferson decía que al subir al escenario elegía a una persona y le dedicaba todo el concierto”.
La radio vive de idealizar, dice Garrido, “y nosotros somos los afortunados que lo hacemos antes que los oyentes”. “En la primera prueba que me hicieron para Radio Nacional, en una emisora pequeñita, me preguntaron”, recuerda Pepa, “por un actor que me enamorara. Ed Harris, dije. ¡Y aquel hombre le dijo a aquella estudiante de primero: ´ ¡A partir de ahora cuentas todas las noticias a Ed Harris! Y hasta hoy.”
Esa historia de Luca fue una fiesta de periodismo a esas horas de la SER, como si la realidad se encontrara con lo que Gavela dijo a su equipo, cuenten la vida, y como si Pepa se la dijera a Ed Harris. “No hay nada más emocionante que crezca una historia en antena. Los periodistas a veces estamos secuestrados por el titular: ´Niño de cuatro años salva a su madre`. Y cuando Víctor, el padre, va contando, la historia crece, es más grande que el titular, tenía más encarnadura”.
“Y lo difícil de ese ejercicio que hizo Pepa”, apunta Toni, “es poderse contener porque te lleva la emoción. Pero hay que aguantarse y hacer las preguntas que hay que hacer, de la forma que hay que hacerlas”.
Franz Kafka decía que despertar es lo más arriesgado del día. Ellos tienen el oficio de despertar a otros, en un grado u otro. Y sí, hay riesgo. “No amanece igual ni a la misma hora para todos”, dice Pepa. “Hay mucha gente en cama, escuchándote, pero hay mucha gente en la carretera. Compites con la cafetera, la ducha y el tráfico. Así que te metes en la vida cotidiana de gente muy diversa. Se trata de contar desde temprano a qué día amanecen los otros. Contar y no asustar”.
Se supone que Toni ya se encuentra a los oyentes despiertos. Pepa titula la vida, y la comenta. Garrido prolonga la conversación sobre lo que ocurre. “La mejor definición sobre esto la dio Iñaki Gabilondo, ´la primera parte de Hoy por hoy habla de lo que pasa y una segunda cuenta lo que nos pasa` . Tratamos de contar historias que tienen más que ver con la emocíón pura y dura. Compartir la alegría también es una tarea y una responsabilidad”.
“El sol sale todos los días”, dice Pepa, “y eso también hay que decírselo a los oyentes, no se puede estar siempre al borde del abismo. A veces la actualidad es muy nerviosa y te lleva a ese límite”. Que amanezca es también una buena noticia. Corrobora su compañero: “Si hacemos bien nuestra tarea, la radio es un espejo y lo que da es una imagen, a veces más cóncava que convexa, de la sociedad: hay que tener claro el objetivo para no perder de vista ´lo importante: que hay un nuevo día, que empiezan nuevas oportunidades. La radio es la vida”. Y ellos no quieren contar solo titulares. Quieren “buscar la vida entre titulares”.
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