Brisa Fenoy: “El ser humano es conformista. Nos invitan a dormir”
La cantante y productora musical tiene previsto viajar por América Latina y EE UU para encontrar su sonido y su esencia
Brisa Fenoy (Algeciras, 1991), la autora de Lo malo, aquella canción interpretada por Aitana & Ana War que fue finalista para representar a España en Eurovisión, llega al Café Comercial con una sonrisa. No se la va a quitar en casi hora y media en la que la obligamos incluso a hinchar un flotador. Es alta, guapa y locuaz.
¿Por qué cree que Lo malo no fue la más votada para ir a Eurovisión?
La pregunta del cupón. Todo el mundo me la hace.
Entonces estará entrenada para dar una respuesta.
Creo que fue por la sencilla razón de que Aitana estaba en dos canciones. De las tres últimas ella estaba en Arde y en Lo malo y sus votos se partieron.
¿Puedo contarle mi teoría?
Venga.
Teniendo en cuenta que se ha escuchado cinco veces más en Spotify Lo malo que Tu canción, la balada de Alfred y Amaia que fue al festival… ¿no podríamos concluir que una canción era para gente a la que le gustan las canciones y la otra para gente a la que le gustan los programas de televisión?
Ja, ja… No sé. Puede ser. Sin duda, también hay otra razón: la historia entre Alfred y Amaia fue muy fuerte, y el amor es algo muy fuerte, lo supera todo. Hoy, mira, todas las canciones son de amor.
¿Cómo le está resultando eso de infiltrarse en el sistema para derrotarlo desde dentro?
Me está pasando como a aquel sabio que decía que cuanto más sabía menos creía saber. Empiezas como la soñadora que llega y lo rompe todo en plan transgresor. Y cuando te vas metiendo se te va minando ilusión. Sigo teniéndola, pero esto no es fácil.
¿Esto sucede porque el sistema está blindado o porque a la mayoría de personas ya le vale cómo funciona este sistema?
Una mezcla entre que la gente que está educada para acatar órdenes, no salirse del camino y aceptar este sistema competitivo. Ojalá nos educaran más en el bien común. A unos les interesa que estemos dormidos y a nosotros nos cuesta despertar, porque desde pequeños nos invitan a dormir. El ser humano es conformista.
¿Le cuesta encontrarle sentido a las cosas?
Nunca he encontrado la razón para la que vivo. No sé qué hago aquí.
Menuda angustia
Pues sí. Mira, un día me dije: ‘Hay que hacer algo’. Estudié psicología, quería trabajar en una ONG. Luego recordé que mi pasión ha sido y es la música. Y me planteé desde la música abrir un canal más directo, rápido y con más difusión a través del cual poder enlazar mis ganas de cambiar las cosas con mi arte.
¿Cómo recuerda su vida de modelo?
Mucho trabajo, muy solitario, muy duro. Una ocupación muy superflua e incompatible conmigo. Surgió de repente, cuando vivía en Sevilla. Me dijeron que con este curro en tres meses ganaba dinero para todo el año. Así, pensé, el resto del tiempo podía hacer música. Me movieron por Londres, París, Milán... Hasta que llegué a Estambul. Me chifló, pero también fue muy duro. Estaba lleno de sirios refugiados por las calles. Era muy chocante verlos ahí, sin zapatos. Empecé a pensar: ‘¿Cómo ayudo a esta gente?’.
¿La distancia entre cómo suenan las canciones en su cabeza y cómo terminan sonando es cada vez más corta?
Me voy a dar un viaje por América Latina y EE UU y voy a trabajar en producir y en encontrar mi sonido y mi esencia. Hasta que no tenga 80 canciones no hay álbum.
Hay una leyenda que dice que Michael Jackson le presentó como 60 canciones a Quincy Jones antes de empezar a grabar Bad y este le dijo: ‘Genial, Michael, solo te faltan tres para que podamos hacer un disco con 11 buenas’.
¡Ya ves! Pues mira, no voy mal encaminada.
¿Cómo surgió su colaboración con el Sindicato de Manteros?
Fue iniciativa de Playground [un medio digital]. Ofrecí ser la imagen de su marca, Top Manta. Aparte, les propuse encargarles la primera tanda de camisetas de mi canción, Jerico. También queremos llevar la colección a la semana de la moda de Madrid en 2019.
Por cierto, si tanto le gustan a usted los inmigrantes, ¿por qué no mete uno en su casa?
Ja ja ja… Mira, la gente que dice esto igual sí tiene algo de razón. Yo tengo esto de pensar que con la de pueblos del centro de España medio abandonados que hay… ¿por qué no los acogemos allí y reavivamos esas zonas?
¿Cuántas veces no se ha levantado para cederle el asiento a una persona mayor en el metro?
He podido pensar que estaba cansada y no quería levantarme, pero al final siempre me levanto.
Imagine que aquí hay un maletín con un millón de euros. Si usted lo coge, un chino cae de una bicicleta y muere. ¿Qué hace?
Ufff… Lo más inteligente es coger el maletín. Vale, el chino muere, pero con ese millón puedes salvar muchas más vidas. Pero habría que tener la sangre fría para coger el maletín. No sé si la tengo.
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