Familión

Si las segundas partes nunca fueron buenas, excepto en El Padrino y alguna joya más, cuando se trata de más de diez variantes de un mismo tema, son inevitables la maldición y el bostezo. La última vuelta de rosca de los asesinatos cometidos el 9 de agosto de 1969 por Charles Manson y un grupo de adoradores se emite en el canal Crimen e Investigación con una mareante hipótesis sobre La familia .

Las víctimas de la matanza de aquel verano californiano fueron la actriz Sharon Tate, esposa de Román Polanski, y cuatro personas más. La sociedad norteamericana recibió un golpetazo que la cinematografía ha aprovechado a fondo en películas, mini series y documentales.

Movistar + ha estrenado Manson, otra teoría. Cliff Shepard, detective retirado del Departamento de Policía de Los Ángeles, y el investigador Charlie Cook, tratan de atribuir dos crímenes impunes a la secta hippie. Sin pena ni gloria, entrevistan a gente que por una razón u otra vivieron de cerca los hechos. Manson murió el año pasado en la prisión donde cumplía cadena perpetua.

El programa recoge 26 horas de conversaciones entre difunto y su confidente Marlin Marynic: peroratas de chalaos. Las elucubraciones de los dos sabuesos, que rastrean nuevas pistas sobre la muerte violenta de un veinteañero y una chica de 19 años que frecuentaban la comuna, son tediosas. Tratando de desmentir la versión oficial, el documental nada demuestra, pero marea la perdiz como si estuviera a punto de conseguirlo. Cartón piedra.

El espanto de Beverly Hills fue recreado en producciones que combinaron realidad y ficción, documentales tramposos y comedias negras. Estrenada en DVD en Estados Unidos, la titulada ¡Live Freaky! ¡Die Freaky! fue llevada al teatro en 2006. No sorprende la insistencia de las cámaras en aquella ferocidad porque fue terrible. La última entrega apenas aporta novedades, más allá de cháchara pretenciosa, sobre unos hechos que seguirán dando que filmar. Tarantino ya anda en ello.