_
_
_
_
_

‘Will y Grace’, de referente LGTB a azote de Trump

La comedia regresa a España con nuevos capítulos dos décadas después de su estreno

Los protagonistas de 'Will y Grace' en el rodaje de la serie.
Los protagonistas de 'Will y Grace' en el rodaje de la serie.
Héctor Llanos Martínez

Corría 1998 y solo una serie del prime time estadounidense había tenido un protagonista abiertamente homosexual. Lo había encarnado un año antes Ellen DeGeneres, pero su programa desapareció de la pantalla solo unos meses después de que su personaje saliera del armario ante 44 millones de espectadores. La hostilidad a la que se enfrentó tanto ella como sus compañeros de reparto no auguraba nada bueno al estreno de una nueva comedia que llegaba a la parrilla, llamada Will y Grace. Su humor hedonista y absurdo se sustentaba en la relación entre dos hombres gais y sus dos amigas heterosexuales. “Pensé que íbamos a durar dos capítulos en antena”, recuerda a EL PAÍS su actriz principal, Debra Messing, la Grace Adler del título. Aguantaron ocho años y “ayudaron a educar al ciudadano estadounidense más que cualquier otra cosa en la historia del país”, recalcó tiempo después de su cancelación Joe Biden, vicepresidente de Barack Obama, mientras defendía la aprobación del matrimonio de personas del mismo sexo.

La serie de Will y de Grace (y de Karen y de Jack) estrena una novena tanda de episodios en Movistar Series, siguiendo la estela de otros clásicos resucitados como Expediente X y la polémica Roseanne. En su caso, ha regresado por el temor de perder todo lo conseguido. Buena parte de la producción original se emitió durante la presidencia de George W. Bush. “Si lo comparamos con la asquerosa situación actual, ese hombre era como Kennedy. Le odiaba tanto entonces y le echo tanto de menos ahora...”. Así analiza la situación la actriz Megan Mullally. Y eso que es la más mesurada del reparto, con un carácter que se encuentra a años luz de la histriónica y desfasada millonaria a la que interpreta en el programa.

Aunque sus nuevas tramas dedican algunos de sus gags a analizar las consecuencias de la victoria electoral de Donald Trump, la mayor parte de sus esfuerzos se centran en contar al espectador qué fue de sus cuatro protagonistas y de los muchos secundarios que pasaron por ella.

“Hace 20 años no generamos ninguna polémica porque parecía otra comedia al estilo de Friends; la cadena no promocionaba la parte gay de la historia. Éramos otra serie sobre gente blanca y sus amigos blancos. Y así es como nos colamos poco a poco en los hogares de los espectadores”, cuenta Eric McCormack. La discreción de Will, el abogado al que encarna, rompía clichés y servía de contrapunto al mucho más alocado Jack, pero lo hacía a costa de parecer prácticamente asexual. Pasaron varios años hasta que su personaje se besó con otro hombre ante la cámara. “En esos momentos era importante mostrar que una parte de la comunidad se sentía avergonzada de sí misma. Era una forma de defender que nadie debe pedir perdón por ser quien es”, dice el actor.

Con la misma naturalidad Will y Grace se convirtió en una serie sobre mujeres independientes. “Lo era entonces, pero lo va a ser mucho más en los nuevos capítulos. Grace se declara ahora feminista y lo hace a los cuatro vientos. Es la evolución natural que ella, y tantas otras mujeres, han tenido en este tiempo. De la ansiedad y energía algo neurótica que tenía siendo una veinteañera —y que tan bien funcionaba en comedia— pasa a ser una mujer divorciada con una carrera de éxito que ha decidido ser feliz sin tener hijos y disfrutando de sus amigos”, comenta Messing, la actriz que da vida a la diseñadora.

El reto de la sitcom, cuyas primeras ocho primeras temporadas también están disponibles bajo demanda en Movistar +, es el de actualizar sus tramas al mundo que le ha tocado vivir en su regreso. Sean Hayes, el actor que completa al cuarteto como Jack, desea que esta vez la serie ponga el acento en las otras siglas del colectivo LGTB: "Parte del mensaje que enviábamos antes de que existiera Internet está superado aunque, tal y como están las cosas, nunca sobra. Ahora, el ser gay es la décima cosa más interesante de un personaje televisivo. Han quedado muy lejos los días en que una salida del armario era un perfecto material dramático. Es hora de hacer comedia".

Reabrir un final cerrado

El regreso a la televisión estadounidense de Will y Grace ha tenido tanto éxito que ya se preparan dos nuevas temporadas: la 10ª y la 11ª. La química del reparto principal se conserva casi intacta, entre otras cosas porque casi nada ha cambiado en torno a los actores. La mayor parte del equipo técnico es el mismo de su primera etapa y es una de las pocas series que ha mantenido a un mismo director en sus más de 200 capítulos: James Burrows. Pero algunos espectadores recordarán que tuvo un final cerrado en 2006, en el que los dos protagonistas decidían dejar de hablarse. Los guionistas han creado un gag en las nuevas entregas para poder hacer borrón y cuenta nueva.

Estrenos de la semana Consulta el calendario completo
28lunes
29martes
1994
Movistar +
Temporada 3
30miércoles
31jueves
1viernes
See
See
Apple TV+
Estreno
2sábado
3domingo

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Héctor Llanos Martínez
Redactor especializado en nuevas narrativas audiovisuales (streaming, pódcast, redes sociales) y en el género documental, con varios años como autor del blog 'Doc&Roll'. Formado en Agencia Efe y elmundo.es, antes de llegar a Verne y la sección de Madrid de El País, escribió desde Berlín para BBC, Deutsche Welle, Cineuropa, Esquire o Yorokobu.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_