‘The Terror’: Imperialismo y canibalismo en los hielos del Ártico
AMC emite el último capítulo de la serie protagonizada por Jared Harris y Tobias Menzies
Un barco encallado en un paisaje helado. Ridley Scott como productor. Un título como The Terror. La conclusión es fácil y errónea porque la serie de 10 episodios que hoy martes termina en AMC (22.10), basada en la novela de Dan Simmons, es algo más que una ficción de horror. “Es esa amalgama donde se junta el estudio de unos personajes que toman decisiones erróneas con consecuencias terribles que transforman el drama en una historia terrorífica”, intenta describir a EL PAÍS David Kajganich, junto a Soo Hugh responsables de esta producción.
The Terror detalla lo que le pudo pasar a la legendaria expedición al Ártico que comandó sir John Franklin en busca del Paso del Noroeste. Una aventura imperialista que forma parte de la historia con mayúsculas y que llevaron a cabo entre 1845 y 1848 dos barcos de la Armada británica, el Erebus y el Terror, el navío que da título a la producción. Lo que realmente les pasó es un misterio que se llevó por delante a toda su tripulación. Un misterio del que quedan rastros en la mitología oral inuit, en los rumores de canibalismo y en los restos de un barco que no hace un año fue finalmente ubicado en el fondo del mar.
Explorador y amante de la naturaleza, Kajganich conocía el libro de Simmons. No era el único. La expedición de Franklin había hecho sus rondas por Hollywood, de HBO a Netflix pasando por los grandes estudios que veían en esta historia inexplicable una película. Finalmente The Terror encontró el hogar perfecto en AMC, compañía brillante en estudios de personajes como Breaking Bad, capaz de trasladar al espectador a épocas pasadas como en Mad Men o revivir en televisión historias terroríficas como The Walking Dead. “Lo primero que pregunté es si era una de monstruos”, admite Jared Harris, junto con Tobias Menzies los capitanes de la expedición. “Pero son muchos los monstruos que hay en esta historia. La criatura es, sobre todo, el producto de la arrogancia”, añade. Para sus creadores The Terror es una alegoría sobre los peligros de esa arrogancia. “De hecho la mayor tragedia de este drama es que no pudimos rodar en el hielo del Ártico porque ya no existe. Visto de esa forma somos incluso una serie de ciencia ficción”, apunta Hugh.
La serie se rodó en unos estudios en Budapest. En uno de los hangares se reprodujo la cubierta del barco a escala real. En otro, sus camarotes y la bodega. Y un tercero era conocido como la nevera. “La temperatura era bajo cero, que unido a los ventiladores y la nieve nos tenía congelados”, protesta el actor Adam Nagaitis, que interpreta a otro miembro de esta fatídica expedición. Solo Nive Nielsen pasó calor. La actriz que interpreta a Lady Silence es inuit de origen aunque se declara tan friolera como los demás. “Pero llevaba un traje de piel de caribú preparado para unas temperaturas tan extremas que tenía que llevar un chaleco refrescante escondido debajo para no morir de calor”, revela.
“Se empiezan a conocer detalles sobre lo que allí pudo ocurrir que Dan [Simmons] no tuvo a su disposición cuando escribió el libro. Y dentro de la fidelidad a la obra, hemos querido sorprender a la audiencia”, afirma Hugh. ¿De ahí que se haya hablado de esta serie como una antología, con historias diferentes cada temporada? Menzies y Harris ríen casi al unísono. “No con nosotros”, aclaran sobre esta ficción cercana en tono a La cosa (1982) o Picnic at Hanging Rock (1975). “Si continúa será algo como Fargo. En nuestro caso, una segunda temporada solo podría titularse 'Sabemos todavía menos de lo que ocurrió a los 129 desaparecidos hace 170 años”, añade Harris.
Una inuit en el reparto
Van quedando atrás los tiempos en los que Anthony Quinn era el actor multirracial. Los años en los que el intérprete mexicano era Zorba, el griego, el beduino de Lawrence de Arabia o el esquimal de Los dientes del diablo. The Terror quiso verdaderos inuit para su reparto. Entre ellos la cantante e intérprete de Groenlandia Nive Nielsen. Se enteró del casting por Facebook y su audición fue vía Skype y Facetime. Durante el rodaje, sus estudios de antropología le sirvieron "sobre todo para saciar la curiosidad" de los compañeros en el set. Para lo que no le sirvieron sus orígenes fue para el idioma. Su dialecto es muy diferente al netsilik que hablan en la zona de Gjoa Haven, donde todavía hoy siguen sumergido el Terror.
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