Algo se muere en el alma

Después de cinco años, seis temporadas y 54 episodios de unos 30 minutos cada uno, hay mucha gente que estos días está de luto por el final de Girls. Literalmente.

No es una metáfora de columnista. Durante 10 años, un equipo de investigadores estadounidenses estudió cómo reaccionaban los fans de series como Los Soprano y Breaking Bad cuando finalizaban. Una de las conclusiones es que existe un sentimiento de duelo entre los seguidores comparable a una pérdida real. También concluyeron que, cuanto más cariño le tenemos a la serie, más posibilidades hay de que nos sintamos decepcionados con el final.

Los espectadores tienen un duelo porque hay una pérdida. No se trata solo del tiempo que hemos invertido - que no perdido - capítulo tras capítulo, sino de la relación que hemos establecido con la serie y sus personajes. Esas tardes en las que los únicos humanos que puedes soportar son los actores de tu serie favorita. Un mundo con dragones que permite dejar de pensar en los jefes. Una historia de desamor que te recuerda qué cosas son importantes en la vida.

Hay personajes que te acompañan durante años, a los que ves crecer y cambiar, como los de Girls. Por eso los fans se enfadan tanto cuando los guionistas deciden matar a alguien a quien han cogido cariño, ya sea en Acacias 38 o en Padre de Familia. España vivió horrorizada los cuernos de Antonio Alcántara a Merche en Cuéntame. Los guionistas reconocieron que se autocensuraron y decidieron eliminar un tórrido beso porque hasta a ellos les parecía impactante. Eso sí, la serie tuvo un pico de audiencia el día que se consumó esta infidelidad.

Matt Leblanc, que durante 10 temporadas fue Joey de Friends, cayó en una depresión cuando la serie llegó a su fin. Que le digan a él - y a los espectadores que todavía dicen “esto es igual que lo que pasa en ese capítulo de Friends” - que una serie es solo ficción.