Cocinas
TVE exprime hábilmente su concurso de cocineros. Los seniors, los juniors y el de celebrities. En cuanto realicen MasterChef Imserso cubrirán toda la pirámide demográfica
El martes fue un día especial. De un lado, Las Campos, ese programa inclasificable: ¿drama, sainete, esperpento?, todo vale. De otro, un divertido programa de niños, MasterChef Junior que, absurdamente, se programa a una hora en la que no suele haber niños despiertos. Y, por último, ese canto a la testosterona con el tercer largometraje de Los mercenarios.
Lo de Las Campos, en Telecinco, en para estudiar psicológica y sociológicamente. Una familia de profesionales de la televisión que se convierten ellas mismas en televisión. Casa ostentórea de la matriarca. Mucho servicio doméstico, hijas con carácter, novio de la matriarca muy atento con la misma, alguna amiga, y algún familiar más. Es decir, la vida cotidiana pero con más posibles.
Algo oscuro hay en la ciudadanía cuando un programa que dura cuatro horas y media, debate incluido, tiene una audiencia de 2.795.000 espectadores. Los expertos en la materia dicen que son las Kardashian españolas. Les faltan curvas aunque hubo un diálogo entre la madre y la hija, Terelu, que se aproximó a las estadounidenses: Madre. —"¿Quieres un churro, Terelu". Hija. —"Vete a la mierda, mamá". Madre. —"Rectifico, ¿quieres una porra?". Hija. —"No, ya te la comes tú por la noche". (Nota del autor: la hija se refiere a la relación que mantiene la madre con Edmund, que es como la madre llama a Edmundo Arrocet, conocido artísticamente como Bigote Arrocet). En fin.
TVE, por su parte, exprime hábilmente su concurso de cocineros. Los seniors, los juniors (2.580.000 espectadores) y, entremedias, el de las celebrities. En cuanto realicen MasterChef Imserso cubrirán toda la pirámide demográfica. De los de la testosterona, ¿qué decir que no lo digan las propias hormonas esteroideas sexuales? Un dato: 2.416.000 espectadores para Antena 3.
El miércoles, la Gala Inocente, Inocente en La 1. Si pensaban que se iba a hablar de las autopistas radiales, del PP valenciano o de las declaraciones de la renta de Rodrigo Rato, estaban equivocados: eran otras inocentadas.
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