El espíritu de la ciencia-ficción

El día que murió Roberto Bolaño yo no sabía quién era Roberto Bolaño y no lo supe hasta muchos años después, cuando el escritor empezaba a alcanzar el estatus de mito. Y era entonces, con 17 años, cuando me hubiera reconocido en muchos de los personajes de sus novelas: atrevidos, ignorantes, apasionados. Ahora, ya no me encuentro en aquellos adolescentes que vivían con prisa, y sin embargo es justo hoy cuando me parece que el escritor no ha muerto, que nunca lo hizo y que sigue encerrado en su casa de Barcelona escribiendo novelas.

Tal vez sea culpa de que la editorial Alfaguara acaba de publicar una obra inédita de Bolaño, El espíritu de la ciencia-ficción. En este podcast de Los búfalos nocturnos nos preguntamos, junto con los escritores Carlos Pardo y Juan Tallón, sobre qué hacer con los textos que un autor no ha querido publicar en vida. Los Bolañistas rebosan felicidad, pero ¿tenemos derecho a sacarlos a la luz? ¿Cuántas obras maestras nos habríamos perdido de haber seguido los últimos deseos de los escritores? ¿La obra de un autor es suya o de los lectores?

Además, hacemos terapia libresca con el compositor Alberto Iglesias, encargado de llenar de músicas los fotogramas de numerosas películas, y nos cuenta si puede leer mientras escucha música, los libros que le sirven como ansiolíticos o qué autor le acompaña ahora en la mesilla de noche.

Recorremos con el musicólogo Pablo L. Rodríguez el tradicional concierto de Año Nuevo de la filarmónica de Viena y sus clásicos valses, polcas y marchas de la familia Strauss. Los búfalos ya han empezado a chasquear sus pezuñas al ritmo de la Marcha Radetzky. No conocíamos sus dotes musicales.

El universo del fotógrafo Philippe Halsman no es ciencia ficción, pero se parece bastante. Nos adentramos en las imágenes del letón con Isabel Fuentes, directora de CaixaForum Madrid, donde actualmente se expone parte de su trabajo.

Hablamos con Elisabeth Riera, editora de Wunderkammer, y Iolanda Batallé, editora de Rata Books, sobre si estamos en la era de las microeditoriales, donde prima el libro objeto y una idea romántica de la lectura. Estas pequeñas editoriales nos ayudan, muchas veces, a rescatar del olvido viejos volúmenes condenados, autores geniales que pasamos por alto hace décadas o nuevas promesas que algún día serán referentes literarios.

Pero lo de Bolaño no ha terminado, permanecerá vivo más días, seguirá escribiendo para muchos. Aún están por publicarse más obras inéditas que, nos planteen o no un dilema moral, correremos a comprar en la librería más cercana.