Deletrea ‘dodecaedro’ en un tanque de agua helada

Tartazos, chapuzones, cubos de agua helada, obstáculos deslizantes, duchas de colores, plataformas giratorias y todo tipo de divertidos infortunios ponen a prueba el vocabulario y la agilidad mental en Boca-Zas!, el nuevo concurso que Disney Channel estrena hoy viernes (20.30 horas). Compiten seis parejas de padres e hijos para alternarse en deletrear palabras cada vez más difíciles, sometidas a “interferencias” y pruebas para evitarles que se puedan concentrar. ¿Ha intentado deletrear dodecaedro en una cuenta atrás apremiante y a punto de caer a una piscina de agua helada? Es una de las mejores pruebas. Se masca la tragedia.

Aunque las familias juegan por fases eliminatorias hasta llegar a la final —cuyo premio es un viaje—, en los platós de Disney se ha comprobado que los más pequeños deletrean mejor que sus padres. Y que la venganza se sirve en plato frío. Un ejemplo: padre colgado sobre el tanque de hielo para deletrear correctamente el máximo número de palabras, mientras el arnés le va introduciendo en el agua helada. Antes de que empiecen a grabar, su hija le saluda con media sonrisa desde la plataforma giratoria: “Papá, a ver si te equivocas y te mojas mucho, por regañarme”. “Muy bien, hija, ya hablaremos luego tú y yo”. ¿Resultado? Padre bajo cero. Esto no es Estados Unidos ni a los niños les va la vida en ganar o perder el concurso: las risas que se echan durante las grabaciones no están pagadas.

Lecciones infantiles

El maestro de ceremonias de Boca-Zas! es el cómico Carlos Latre, que disfruta este regreso a Disney casi como un niño más. “¿Una anécdota del programa? Pero si vivo una anécdota tras otra... Lo mejor de que me hayan dado la oportunidad de presentar por primera vez un programa para niños es comprobar que sus reacciones son totalmente imprevisibles y se lo toman todo con un humor y una deportividad que nos falta a los adultos. Me sorprende que detrás de las cámaras, los niños se hacen amigos de sus competidores y se animan entre ellos, de forma muy sana. Eso no se ve en un concurso de adultos: es algo para observar y aprender. Yo creo que aquí se aprenden y difunden valores importantes”, cuenta Latre en un descanso, mientras se retira el confeti, las plumas y la pintura que ha dejado a los participantes hechos un cuadro.

“Un gran momento ha sido cuando pregunto a una de las parejas concursantes, 'Bueno, contadme algo de vosotros'. Y dice la niña, 'Mi papá y yo hemos preparado un baile'. He visto la mirada de ho-rror del padre, el suspiro y luego su baile, claro. A veces es difícil contener la risa por las salidas que tienen los niños", cuenta el imitador y cómico. "No sabría decir qué es lo mejor del programa, si el componente de humor y diversión, o la gran lección de vocabulario y agilidad mental que requiere deletrear tan rápido sometidos a tantas distracciones. Es un programa que si sigues en casa hace que te posiciones por una pareja u otra y que aprendas palabras. Casi piensas al mismo tiempo en deletrear por el agobio de ver cómo pasan los segundos y se han atascado”, añade.

En Boca-Zas!, el juego transcurre con la ayuda de una jueza virtual, “Deletreitor”, que puntúa a las parejas en función del número de palabras conseguido y da paso a los retos. Algunos de estos son el “Delelocotreador”, que distrae con unos auriculares en los que el concursante se escucha deletrear con retardo; la ducha de letras, que empapa mientras el concursante intenta pensar en las palabras, y la “tartapulta” que, como su propio nombre indica, hace lo que todos hemos querido hacer alguna vez: una guerra de tartazos.