El nuevo ‘Top Gear’, a examen
El programa de la BBC estrena presentadores, con Chris Evans al frente, eclipsado por el actor Matt LeBlanc
Top Gear, el programa automovilístico más seguido del mundo según registra el libro Guinness de los récords, estrenó en la noche del comingo en la BBC una versión renovada de la mano de Chris Evans, quien sustituye a Jeremy Clarkson tras su despido el año pasado por agredir a un productor. El despliegue de fabulosos coches combinado con el más puro entretenimiento quiso demostrar en esta primera entrega que el formato puede ser más fuerte que la personalidad de un determinado presentador, aunque sólo lo consiguió a medias. Muchos de sus seguidores seguirán echando de menos a Clarkson, un personaje irrepetible en cualquier sentido de la palabra.
La radiotelevisión pública británica sigue apostando muy fuerte por uno de sus programas más lucrativos, que en su pico llegó a concitar una audiencia global de 350 millones de personas en más de dos centenares de territorios. Y eso se ha traducido en una producción que no repara en medios a la hora de filmar espectaculares escenas automovilísticas en diversos puntos del globo, como el duelo que abría la emisión entre los millonarios modelos de un Dodge Viper y un Corvete Z06 en una estación militar del desierto de Nevada conocida como “Top Gun” (la misma de la película de Tom Cruise).
Los ejecutivos de la BBC tenían preclaro que Evans —uno de los presentadores más exitosos de la radio británica pero con escasa experiencia televisiva— necesitaba tener bien cubiertas las espaldas con un nuevo equipo en el que destacan la piloto de carreras alemana Sabine Schmitz y, sobre todo, el actor estadounidense Matt LeBlanc, antigua estrella de la serie Friends que ahora ejerce de copresentador.
LeBlanc se ha revelado como una de las mejores bazas del nuevo Top Gear, al que aporta dosis de humor sarcástico tanto durante sus intervenciones en el estudio como en las filmaciones de exteriores. En la secuencia quizá más original del programa, vimos al actor al volante de un todoterreno Nomad por el Atlas de Marruecos, huyendo de un trío de paparazzi que le persiguen respectivamente en moto, con un dron y el último subido a un extraño aparato propulsor de hélice.
El problema para Chris Evans es que LeBlanc le supera en carisma y que el juego entre ambos no acaba de cuajar. Ese es el punto más flaco de la nueva emisión, frente a la extraordinaria química que trasmitían Clarkson y sus colegas Richard Hammond y James May. Para bien y para mal, porque los comentarios políticamente incorrectos y hasta racistas del antiguo equipo de Top Gear acabaron dividiendo a la audiencia entre sus incondicionales y aquellos –los menos- que a lo largo de los últimos cinco lustros han venido presentando quejas a la BBC.
Los tacos están prohibidos a partir de ahora en el programa, como subrayó el pitido que en reiteradas ocasiones silenció el lenguaje malhablado del cocinero Gordon Ramsay, estrella invitada en el estreno junto al actor hollywoodense Jesse Eisenberg. Ambos inauguraron una nueva sección que enfrenta a personajes famosos en una carrera de rallies y sustituye al habitual espacio dedicado al automóvil más estelar en la gama de precios razonables.
Pocas novedades más ha incorporado la versión remozada de Top Gear que incide en la misma fórmula de éxito con la esperanza de que Clarkson sea olvidado. El verdadero reto llegará en otoño, cuando el antiguo presentador estrene su propio programa automovilístico en el servicio de streaming de Amazon y apoyado con un presupuesto de 160 millones de libras para tres temporadas. Volverán a acompañarle Hammond y May en esa guerra por la audiencia a la que se suma Netflix, que se ha garantizado los derechos de emisión del Top Gear de la BBC fuera del territorio del Reino Unido. El pulso estará al rojo vivo: Evans contra Clarkson y Netflix versus Amazon.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.