'Mozart in the Jungle' con 'tempo allegro'
Los Globos de Oro reparten muchos premios cuestionables en las categorías de televisión. Su afán por reconocer los nuevos valores hace que a veces destaquen series y actores por motivos desconocidos para el común de los mortales. Pero es justo reconocer que, en ocasiones, sirven para dar visibilidad a títulos que los más conservadores Emmy no se atreven a reivindicar.
Pocas quinielas habrían apostado porque la serie triunfadora en la categoría de mejor comedia fuera Mozart in the Jungle. Y, menos aún, habrían optado por Gael García Bernal antes que por el gran Jeffrey Tambor y la enorme dignidad y ternura con que ha construido su Maura en Transparent. Pero aunque no fuera la opción más lógica, los premios aMozart in the Jungle servirán a muchos para descubrir una comedia muy recomendable y cuya segunda temporada llegó como regalo de Año Nuevo a Canal + Series.
García Bernal interpreta en ella al maestro Rodrigo, un director de orquesta con unos métodos poco ortodoxos que llega como un torbellino a la Filarmónica de Nueva York, institución anclada en el pasado. Mientras que la primera tanda de capítulos se centraban en su aterrizaje al frente de la orquesta y en el recorrido de la joven oboísta Hailey (la actriz Lola Kirke) para abrirse paso en el complicado mundo de la música clásica, la segunda temporada evoluciona hacia otra dirección y pierde parte de la frescura de su primera entrega (quizá por la eliminación del factor novedoso), pero se mantiene como una comedia ligera y muy entretenida, fácil de consumir y de digerir.
La repercusión de sus primeros capítulos, además, le ha servido para poder tener grandes cameos de figuras de primer nivel del mundo de la música clásica: no todos los días se encuentra uno en una serie con el director Gustavo Dudamel, el violinista Joshua Bell o los pianistas Emanuel Ax y Lang Lang. Ahí es nada. Muy divertidos sus cameos, repartidos a lo largo de una temporada que se enfoca en la gira latinoamericana de la orquesta, el viaje a las raíces de Rodrigo, el conflicto interno, creativo y personal, que vive el director tras ese viaje, y la relación entre Rodrigo y Hailey (o Hailay, o Jailay, o todas las variaciones incorrectas de su nombre con que se refiere a ella). La orquesta, ahora con reconocimiento musical suficiente, busca sobrevivir económicamente mientras que tiene que lidiar con unos músicos en pie de guerra. En Mozart in the Jungle no hay tiempo para el aburrimiento.
Y todo con un muy animado tempo allegro. Quizá no sea la mejor comedia del momento. Y ni mucho menos es mejor que Transparent (ambas de Amazon, por cierto). Pero nunca lo ha pretendido. Y eso es lo mejor de este dignísimo divertimento muy recomendable para consumir en forma de maratón (resistirse a ver varios capítulos del tirón es misión imposible con esta serie...).
Música, maestro.
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