'Episodes': Dentro de Hollywood
Nos atrae y nos gusta Hollywood y nos encanta ver cómo se ríen de ellos mismos. Queremos creer que, aunque sean comedias, todo allí es tan hilarante, absurdo y rastrero como lo vemos en series como Episodes (Showtime y BBC) o El séquito (HBO). Seguramente no sea así y en la vida real ocurra como en Episodes y los ejecutivos de los estudios de televisión no hayan permitido que las gracias, críticas y referencias que se hacen en cada capítulo muestren de forma aún más cruda el día a día de la meca del espectáculo. Aun así, nos conformamos con pensar que sí. Y nos regodeamos.
Episodes cuenta la historia de dos reconocidos guionistas televisivos británicos que reciben una oferta de Hollywood. Allí llegan con todas las ilusiones del mundo para encontrarse con toda suerte de trabas que minan el lado más artístico de su trabajo. Entre ellas, la imposición de una estrella para su serie: el actor Matt LeBlanc (Joey en Friends), que se interpreta a sí mismo en esta ficción.
Aunque todo se repite ya un poco y se empieza a tener la sensación de que los guionistas y productores (Jeffrey Klarik y David Crane, responsable este último también de Friends) están empezando a marear la perdiz, la cuarta temporada (en España se puede ver la serie completa en Movistar+) ha vuelto a dejar el buen sabor de boca que dejaron las anteriores. Aunque falta una escena tan devastadora, dramáticamente hablando, como aquella de la tercera temporada en que Sean Lincoln, en una sesión con un profesional para salvar su matrimonio, abre su corazón y deja sin aliento a Beverly con sus sentimientos. Una escena tan bien hecha, un diálogo tan bien escrito, reconocible, triste e inesperado en una comedia, que tiene un efecto estimulante en la comedia.
La cuarta temporada también ha dejado una nueva candidatura para LeBlanc en los próximos premios Emmy. El actor lo hace muy bien, aunque no deja de ser un Joey que dice tacos y constantes burradas, pero el verdadero peso cómico recae sobre los hombres de los actores ingleses Tamsin Greig y Stephen Mangan, enormes y gloriosos como el matrimonio Lincoln. ¿Dónde están las candidaturas para ellos? Igual para la quinta temporada…. si desde los entresijos de Hollywood lo permiten.
Más información:
- Interpretarse a (y reírse de) sí mismo, por Natalia Marcos
Episodes cuenta la historia de dos reconocidos guionistas televisivos británicos que reciben una oferta de Hollywood. Allí llegan con todas las ilusiones del mundo para encontrarse con toda suerte de trabas que minan el lado más artístico de su trabajo. Entre ellas, la imposición de una estrella para su serie: el actor Matt LeBlanc (Joey en Friends), que se interpreta a sí mismo en esta ficción.
Aunque todo se repite ya un poco y se empieza a tener la sensación de que los guionistas y productores (Jeffrey Klarik y David Crane, responsable este último también de Friends) están empezando a marear la perdiz, la cuarta temporada (en España se puede ver la serie completa en Movistar+) ha vuelto a dejar el buen sabor de boca que dejaron las anteriores. Aunque falta una escena tan devastadora, dramáticamente hablando, como aquella de la tercera temporada en que Sean Lincoln, en una sesión con un profesional para salvar su matrimonio, abre su corazón y deja sin aliento a Beverly con sus sentimientos. Una escena tan bien hecha, un diálogo tan bien escrito, reconocible, triste e inesperado en una comedia, que tiene un efecto estimulante en la comedia.
La cuarta temporada también ha dejado una nueva candidatura para LeBlanc en los próximos premios Emmy. El actor lo hace muy bien, aunque no deja de ser un Joey que dice tacos y constantes burradas, pero el verdadero peso cómico recae sobre los hombres de los actores ingleses Tamsin Greig y Stephen Mangan, enormes y gloriosos como el matrimonio Lincoln. ¿Dónde están las candidaturas para ellos? Igual para la quinta temporada…. si desde los entresijos de Hollywood lo permiten.
Más información:
- Interpretarse a (y reírse de) sí mismo, por Natalia Marcos
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