Retirado, pero no inactivo
John Carpenter, obligado por los bajos presupuesto a musicar él mismo sus películas con primitivos sintetizadores, el cineasta da el salto a la grabación digital con nuevos temas
Desde que estrenó The Ward (2011) poco sabíamos del maestro del terror cinematográfico en los 80. Asalto a la comisaría del distrito 13, Halloween, La niebla, Escapar de Nueva York o su revisión de La cosa, redefinieron un cine populista anclado en renovados arquetipos y, quizás por ello, sus proyectos de las siguientes décadas fracasarían. Hoy John Carpenter (Nueva York, 1948) vive retirado, pero no inactivo. Obligado por los bajos presupuesto a musicar él mismo sus películas con primitivos sintetizadores, el cineasta da el salto a la grabación digital con nuevos temas, esta vez sin imágenes, registrados junto a su hijo Cody y Daniel Davies. Pero no hay afán contemporizador en estas lúgubres sintonías, a ratos deleitosamente vulgares, cuyos monográficos títulos indican el acuciante ambiente buscado. Desde el inicio con Vortex hasta la final Night, se suceden imaginarias bandas sonoras que nos devuelven a la repetitiva, casposa electrónica que desarrolló en sus filmes: solo falta cerrar los ojos y dejar que la mente proyecte temores y fobias. Un tesoro para DJs profanadores de tumbas.
John Carpenter. Lost Themes. Sacred Bones.
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