Transformación del arte
Las bellas artes han dejado paso a obras cuyo sentido está en el mensaje social. Predomina el arte conceptual, que ofrece al público una dificultad inicial. La motivación principal del trabajo va a ser la provocación, influir en la actitud del espectador, quien pasa a formar parte del juego del artista. Esta invitación forzosa a la reflexión genera un cierto rechazo, que es producto del desconocimiento de la razón de ser de la obra que contemplamos. La historia del arte, siempre en vanguardia, se compone de impulsos creativos para estimular sensaciones y respuestas sociales. Un ejemplo es el arte de la Contrarreforma, que surge para trasladar a la sociedad mensajes opuestos a los luteranos y anglicanos. El ciudadano del siglo XXI se siente, además, especialmente confuso frente a quienes dirigen caprichosamente el llamado mercado del arte, fijan precios incomprensibles y elevan determinadas marcas a un artificioso Olimpo.
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