El ‘spin-off’ de ‘The Wire’ que HBO rechazó

The Wire se despidió de la televisión estadounidense en marzo de 2008 con el final de su quinta temporada. Cinco entregas que convirtieron a una serie minoritaria en su momento en un título fijo en todas las listas que repasan las mejores ficciones de la historia de la televisión. Sin embargo, el universo de The Wire pudo haberse expandido más allá. Con motivo del encuentro del equipo técnico y artístico que tuvo lugar en el PaleyFest de Nueva York, David Simon, creador de la serie, recordó el spin off que llegaron a plantear a HBO y que la cadena rechazó. "No, solo queremos una serie que nadie ve en Baltimore, no dos", fue la contestación del canal cuando intentaron vender la idea. 

Como ha explicado Simon, el equipo responsable de The Wire estaba trabajando en un drama político centrado en el ayuntamiento de la ciudad. "Habíamos escrito un puñado de guiones que servirían como spin-off tras la tercera temporada de The Wire", recuerda Simon sobre el proyecto frustrado. La nueva serie iba a seguir los pasos de Tommy Carcetti, el político al que da vida el actor Aidan Gillen. En una entrevista en Salon en 2012, el showrunner ya había hablado de esa serie que nunca llegó a hacerse y que incluso tenía nombre, The Hall, y para la que la idea era que se emitiese en paralelo a The Wire. 

El reencuentro que tuvo lugar en el PaleyFest sirvió para volver a juntar a buena parte del reparto de la serie. Allí estuvieron actores como Wendell Pierce (Bunk en la ficción), Sonja Sohn (Kima), Michael Kenneth Williams (Omar Little), Seth Gilliam (Ellis Carver), Jim True-Frost (Prez), John Doman (William A. Rawls) o Jamie Hector (Marlo). Dos de los grandes ausentes fueron Dominic West (McNulty) y Idris Elba (Stringer Bell), que mandaron sendos vídeos para saludar los asistentes a la reunión.

Preguntado por una posible continuación de The Wire, David Simon fue tajante: "las historias funcionan si tienen un principio, un desarrollo y un final. Nosotros planeamos el final. Ese final tenía que ser el final. Mantener la franquicia es la gran enfermedad de la televisión estadounidense".