Televisión estadounidense con apellido hispano tras las cámaras
Realizadores como Guillermo del Toro o Robert Rodríguez dan el salto a la pequeña pantalla
Rodríguez, Del Toro, Bayona, Arteta, García, Cuarón. La lista sigue, aunque no todos los espectadores verán pasar estos apellidos, perdidos en ese rollo emitido a la carrera y en letra minúscula al final de cualquier serie. Pero su toque y su nombre permanecen. Una lista que va a más. Todos ellos son apellidos con acento hispano apreciables en la programación actual de la televisión estadounidense si sólo se pudieran leer los títulos de crédito. “Siempre es mejorable, pero en la actualidad somos bastantes”, declaró a este periódico uno de los afortunados, el realizador boricua Miguel Arteta. Criado en Asturias, su nombre es una presencia ya constante en la cantera que dirige las series de HBO, esa de la que también forma parte el colombiano Rodrigo García, creador de In treatment y uno de los pioneros hispanos en la época dorada de la televisión.
Los autores buscan calidad, no un guiño a la amplia audiencia latina
Hay más nombres hispanos conocidos del mundo del cine que ahora dejan su huella en la televisión, como los mexicanos Guillermo del Toro con The strain y Alfonso Cuarón en Believe; el hispano Robert Rodríguez con la cadena independiente de nuevo cuño El Rey, o el español Juan Antonio Bayona, director de los dos primeros episodios de Penny dreadful. “Muchos de nosotros formamos parte del comité latino del Sindicato Americano de Directores, como Norberto Barba”, añadió Arteta recordando la labor del también director hispano nacido en Nueva York y detrás de series como Grimm o Ley y orden.“Creo que es un buen momento para los directores hispanos en televisión si es que queremos buscar la distinción. Pero está abierto a muchos más”, agregó Del Toro, con hambre de más.
Es un apetito lógico dado que hablamos de la minoría de mayor crecimiento en Estados Unidos, la que compone un 17% de la población, compra un 20% de las entradas de cine cuando se estrena un nuevo filme y, sin embargo, sólo un 2% de su talento está reflejado detrás de las cámaras de televisión. Esos son los números que animaron a Rodríguez a formar su propia cadena. “Porque en El Rey es mi decisión y mi requisito que seamos un 50-60% hispanos. Quiero darle voz a quienes no la tienen y proporcionar una cadena donde esté mejor representado el rostro de esta nación”, describió a EL PAÍS el rey del cine de guerrilla, ahora revolucionando la televisión.
Independiente, sí; pero no de nicho. Cualquiera de las series mencionadas, así como las que emite su cadena (Matador o From Dusk Till Dawn) están realizadas en inglés y dirigidas al público más amplio. “Cuando me preguntan qué tienen de mexicanas mis producciones digo que yo, porque es cierto. Es lo único mexicano que tienen”, reconoció Del Toro con humor hablando de su cine o, ahora, de su incursión televisiva. Hay más que eso porque, como admite, con este “taco mexicano con caviar, ketchup y mostaza Dijon”, como define su obra, también va el menú de “anime, manga, películas de la Hammer y literatura mexicana y europea” con el que se crió o las celebraciones “a la monstruosidad, al catolicismo y a los luchadores enmascarados” que considera propios de México. Además del gusto de la audiencia hispana por el horror, junto con la acción y la comedia, los géneros preferidos de esta minoría emergente en Estados Unidos y perfecto para su nueva serie de vampiros, The strain.
La cadena El Rey emite ficciones de producción propia como ‘Matador'
Pero lo que cualquiera de los autores citados busca es calidad, no un guiño a esa amplia audiencia unificada bajo la etiqueta de hispana. Sam Mendes dio a Bayona el trabajo en Penny dreadful por su calidad, no por su apellido. “Por la malicia y por la jovialidad que trae a su trabajo. Y por su atención al detalle, la humanidad que exuda en su forma de contar. Porque para dar miedo uno tiene que anclar la historia en la realidad”, indicó el también realizador y productor ejecutivo de Penny dreadful del director de su elección para marcar el tono de la serie.
Los más beneficiados de este resurgir de los hispanos detrás de las cámaras son los presentes delante de ellas. Arteta canta las virtudes de Mel Rodríguez, uno de los protagonistas de Getting on, serie que dirige. O de Lupe Ontiveros, a quien le dio un papel que no estaba escrito para una latina en una de sus producciones. Del Toro está encantado con la carrera de Demian Bichir en la serie The bridge y del arco que le ha dado a Miguel Rodríguez en The strain, serie donde también cuenta con la argentina Mía Maestro o la mexicana Adriana Barraza. “Aquí es donde la televisión es más interesante. Porque gracias a sus arcos más largos puedes desarrollar personajes típicos de formas atípicas”, resumió el mexicano.
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