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Tentaciones

Olvida los comienzos

Los británicos Bombay Bicycle Club han cambiado de registro, y no les ha ido mal. Con su tercer disco consiguieron por primera vez el Numero 1 de los discos más vendidos

Xavi Sancho

Es casi un tópico ya. De hecho, es un tópico que es el reverso del clásico que habla de que, un grupo, el que sea, tarde o temprano vuelve a los orígenes, A lo básico, a redescubrir el placer de componer con una guitarra y a soltar aquello de que si una canción no suena bien solo con guitarra y voz, no vale la pena. Así, después de tres discos editados en tres años consecutivos, esta banda del londinense barrio de Crouch End formada por unos chavales que llevan juntos desde que tenían 15 años, decidió tomarse un tiempo para reinventarse. Pero no iban a volver a los básicos, a lo acústico, a la canción pop perfecta.

No, se iban a convertir en un combo de pop bailable con aires experimentales.

si me preguntas cómo ha sido traducir esto al directo, te cuento que un puto infierno, así como suena”. (Suren de Saram, batería)

Y la jugada les ha salido redonda. Incluso cuando se acercan a Bollywood y salen incólumes.

Sus dos anteriores discos asomaron la cabeza en el top 10 británico. Flaws (2010) fue nominado al prestigioso Ivor Novello y el siguiente, A different kind of fix, les convirtió en una de esas bandas a las que invitarías a tocar en un parque gigante si tu cuidad organizara unos Juegos Olímpicos.

Más de dos años después de aquello, lo que es casi una eternidad para este cuarteto acostumbrado a llevarse un disco de oro cada año en Reino Unido desde 2009,llega So long, see you tomorrow, un largo con el que ya no les invitarán para telonear a bandas de rock como Hold Steady, pero sí que parece colocarles en un lugar a medio camino entre la nu rave de Klaxons y el nueva psicodelia sampleada y de percusión nerviosa de Django Django. Y con el que consiguieron llegar al número uno en la lista discos más vendidos de Reino Unido. “Hemos tenido mucho tiempo. La gente nos lo dice todo el rato, pero, en realidad, nos hemos tomado justo el mismo tiempo que las demás bandas tardan en sacar su siguiente disco. Parece que hemos tardado porque hemos experimentado y demás. Tampoco ha sido para tanto. Lo que se podía entrever en Flaws hasta cierto punto se ha confirmado aquí”. Suren de Saram, batería de esta banda que cuenta entre sus miembros con el sobrino de la mítica Kristy McColl, pesea feliz por Berlín mientras responde al teléfono. “Hace un día maravilloso, todo es maravilloso”, bromea. “Supongo que se espera que ahora diga que este cambio drástico ha tenido algo de catártico y demás, pero lo cierto es que no. Hasta cierto punto seguimos siendo una banda de pop, pero ahora las canciones nacen de samplers, de ruidos extraños que se convierten en canciones. Ahora, si me preguntas cómo ha sido traducir esto al directo, te cuento que un puto infierno, así como suena”.

So long, see you tomorrow parece colocarles en un lugar a medio camino entre la nu rave de Klaxons y la nueva psicodelia sampleada de Django Django

Suren dice que aún anda en busca de muchas de las respuestas a las preguntas que este disco ha suscitado en el mismo seno de la banda. Fuera de su zona de confort, el grupo ahora es algo muy grande que trabaja con atmósferas y que nace de la renovada hambre de conocimiento del vocalista y principal compositor, Jack Steadman, quien compuso los bocetos de casi todas las canciones que conforman el disco en alguna habitación de hotel en alguna ciudad que jamás había visitado antes. El batería no siente ninguna necesidad por entender de qué habla su compañero de banda en los temas del disco. Siempre ha sido así. “Esta vez peor. Ya bastante había con convertir en algo afrontable el amasijo de loopps y samplers que traía como para ponerme a interpretar sus letras. Ya tendré tiempo durante la gira”, comenta. Aunque pueda parecer que estamos ante una obra de enorme complejidad, lo cierto es que este es un disco pop que se puede bailar y se puede llorar. Se parece más a lo último de Villagers que a cualquier oblicua obra de experimentalismo 2.0.

“Simplemente, nos queremos divertir. Somos una familia, una banda de colegas que lleva siglos junta. Debemos buscar cosas que nos emocionen y debemos hacerlo solos. Mira, si este disco no se hubiese grabado de esta forma sería muy distinto y mucho peor”. El percusionista se refiere a que el álbum fue grabado por completo en el estudio que la banda tiene en al londinense Edgware Road, sin ayudas ni intoxicaciones externas. Sin prisas y con no más pausas de las necesarias para bajar a zamparse un doner de cordero. Ser una banda no cotiza hoy al alza. Los sellos ya no se fían de los grupos. Según la BBC todas las esperanzas musicales de este 2014 son solistas o dúos. Ellos, de algún modo, son una anomalía. No forman parte de ninguna escena, no porque se crean especiales, como todo el mundo cree serlo, sino porque esa escena de bandas indies que hace 10 años arrasó en la listas del Reino Unido y medio mundo, ya no existe. “Se acabó aquello. Es ley de vida. Es normal. Nosotros llegamos tarde a eso, siempre tuvimos poco que ver con ese indie de 2004. No sé, supongo que si nos quedamos un rato más por aquí, la moda volverá. De momento, no nos podemos quejar”.

Aunque haya admitido no ser un experto en la temática de las letras de su banda, Suren sí siente que en el terreno de la imagen del grupo tiene algo bastante importante que aportar. Todas las portadas de BBC son especiales, y esta no iba a ser una excepción. Pocas son las bandas que tratan de encontrar un encaje argumental tan claro entre la imagen de su álbum y lo que este narra. En esta ocasión, el batería –quien más se involucra en este proceso- intuyó que había algo sobre lo frustrante de las relaciones humanas que se escondía tras muchos de los versos que conforman el disco. “Quería una portada colorida, como algunos viejos discos de jazz que tengo. Algo valiente y osado como lamúsica que y el cambio que proponemos. Luego vi que el tema de los errores que cometemos en nuestras relaciones se repetía a lo largo del álbum. Entonces,descubrí una especie de modo de representación de hologramas típico del siglo XIX. Recogí esa idea y, bueno, si le das la vuelta al disco, ves como una pareja en el mismo punto andando en direcciones opuestas. Alejándose”. ¿No el da pena que luego la gente se descargue esto en mp3 y se pierda este sutil trabajo? “Es para nosotros. Y bueno, si nosotros lo disfrutamos, alguien más lo hará. Hasta ahora hemos funcionado sobre esta base y no nos ha salido del todo mal. Creo que somos la banda más famosa y menos consciente de su éxito que ha existido jamás”.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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