Tres décadas y media libres de alcohol

En 2011 se cumplirán 35 años de la comercialización de la primera cerveza 'sin' española.- El vino desalcoholizado, que apareció en 2008, aún no ha conseguido la misma popularidad

Su aspecto era igual que el de las demás, pero su nacimiento hace casi 35 años revolucionó la industria cervecera y los hábitos de consumo de muchos españoles. Ambar Sin, creada por la empresa La Zaragozana, fue la primera cerveza sin alcohol que se fabricó en España. El 30 de mayo de 1976, 3.899 cajas de botellines salieron de la factoría rumbo a algunos bares de Zaragoza. Eran los primeros pasos de una bebida casi desconocida hasta entonces en la península. La 'sin' se ha ido consolidado desde entonces hasta tal punto que el 13% de ...

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Su aspecto era igual que el de las demás, pero su nacimiento hace casi 35 años revolucionó la industria cervecera y los hábitos de consumo de muchos españoles. Ambar Sin, creada por la empresa La Zaragozana, fue la primera cerveza sin alcohol que se fabricó en España. El 30 de mayo de 1976, 3.899 cajas de botellines salieron de la factoría rumbo a algunos bares de Zaragoza. Eran los primeros pasos de una bebida casi desconocida hasta entonces en la península. La 'sin' se ha ido consolidado desde entonces hasta tal punto que el 13% de la cerveza que se consumió en España en 2009 era de este tipo, el mayor porcentaje de la Unión Europea, según el Informe socioeconómico del sector de la cerveza elaborado por los Cerveceros de España y el Ministerio de Medio Ambiente. Estas cifras no impiden, sin embargo, que haya quien tenga dudas sobre el futuro de otras bebidas sin alcohol, especialmente del vino, cuya versión desalcoholizada lleva más de dos años en el mercado español.

La cerveza 'sin' surgió en Estados Unidos alrededor de 1919. No se fabricó en España hasta casi 57 años después.
El creador de la primera cerveza sin alcohol de España cree que el vino desalcoholizado es como "un cuchillo sin hoja y sin mango".
"Lo que no se puede hacer es comparar un gran vino con uno desalcoholizado, al igual que una cerveza sin alcohol no tiene nada que ver con una belga de gran calidad", dice el presidente de Matarromera.
Ya existen algunas tiendas especializadas en vino sin alcohol y una asociación de empresas del sector.

La cerveza 'sin' se creó en Estados Unidos alrededor de 1919 como un salvoconducto a la denominada ley seca, con la que se prohibió la comercialización de bebidas alcohólicas en ese país. Tendrían que pasar casi 57 años para que una empresa española comenzara a fabricarla. Juan Antonio Corchón, maestro cervecero de La Zaragozana desde 1965 hasta 2002 y creador de la Ambar Sin, explica las razones de esa tardanza. "España no había sido un país emblemático en cuestión de cerveza. Además, aquí siempre ha habido más tradición vinícola y existía la creencia de que un vino era mejor cuanto más alcohol contuviera", comenta. España tenía en aquellos años un consumo de cerveza de "cuatro o cinco litros por habitante y año", según Corchón. Esas cifras contrastan con las de 2009, cuando cada español consumió de media 50,2 litros de esta bebida, según el Informe socioeconómico del sector de la cerveza.

En este contexto, La Zaragozana comenzó a hacer pruebas y ensayos para conseguir la nueva bebida. "Había salido un producto años antes, el Bitter Sin, que había tenido éxito y comenzaba a existir la precaución de no mezclar alcohol y conducción. Además, hablé con algunos médicos que trataban el alcoholismo, y la nueva cerveza contribuyó a algunas curas", comenta Corchón. El proceso que un año después llevaría a inventar la primera 'sin' española consistía en fermentar de forma controlada el mosto de la cerveza para evitar la aparición del alcohol. La nueva bebida tuvo éxito y se comenzó a distribuir a otras provincias fuera de Aragón. "Con el lanzamiento de Ambar Sin dejamos de ser una empresa regional y nos convertimos en una nacional", recuerda Corchón. Otras compañías comenzaron pronto a producir sus propias cervezas 'sin' y San Miguel lanzó, en 2001, la primera 0,0 del mercado.

Cambios

Los mecanismos actuales para conseguir desalcoholizar esta bebida "han cambiado bastante" desde 1976, según explica Antonio Fumanal, actual maestro cervecero de La Zaragozana. "Ahora se hace primero la cerveza normal y se le quita el alcohol por destilación al vacío", afirma. El resultado, según Fumanal, es un sabor "mucho más limpio y estable", aunque reconoce que, para mucha gente, aún hay una diferencia notable entre el gusto de la cerveza normal y el de la 'sin'. "Cerrar esa distancia es un reto importante", afirma.

Antonio Villarino, presidente de la Asociación Española de Dietética y coautor del informe 'Cerveza sin alcohol. Sus propiedades', destaca los beneficios de esta bebida. "Es refrescante, tiene menos calorías que una normal, es baja en sodio, posee antioxidantes y, además, no tiene alcohol", afirma. Asegura, asimismo, que para dar positivo en un control de alcoholemia con cerveza 'sin' habría que tomar "grandes cantidades". Villarino no cree que este tipo de bebida tenga aspectos negativos salvo que está gasificada y hay personas a las que no les sienta bien. "En principio la podrían tomar incluso los niños, aunque no es recomendable porque se pueden habituar a tomar cerveza y no hay que crear esos hábitos", explica. "Lo mejor siempre es beber con moderación, pero no pasa nada si alguien toma en verano más cerveza sin alcohol que el resto del año", concluye Villarino.

Vino sin

El éxito de la cerveza sin alcohol ha llevado a varias empresas vinícolas a crear vino desalcoholizado. Las pioneras en España han sido Bodegas Torres, que en verano de 2008 lanzó Natureo, el primer blanco 'sin', y Emina, que comercializa desde octubre del mismo año los primeros tintos, rosados, crianzas y espumosos desalcoholizados. En marzo de 2010 empezó a producir, además, vinos 0,0. Estas bebidas y el mosto "no tienen nada que ver", asegura Miguel Torres, presidente de Bodegas Torres. "El mosto es el zumo de la uva, punto. Los vinos 'sin', en cambio, son caldos normales a los que, una vez elaborados, se les ha extraído el alcohol", explica.

Carlos Moro, presidente del Grupo Matarromera, al que pertenece Emina, asegura que la aceptación de los vinos sin alcohol es "muy positiva" y que en los aviones de Iberia se vende casi tanto vino desalcoholizado como cerveza 'sin'. Reconoce, en cualquier caso, que es importante tener en cuenta que se está tomando un producto nuevo. "El color es el mismo que el de los vinos normales. Del aroma se retiene el 90 o el 95%. Respecto al sabor, tiene todos los contenidos del vino, pero está disuelto solo en agua en lugar de en alcohol y agua", explica.

A pesar de esas afirmaciones, hay quienes dudan del futuro de los vinos desalcoholizados. Juan Antonio Corchón, creador de la primera cerveza sin alcohol española, compara este tipo de caldos con "un cuchillo sin hoja y sin mango", aunque reconoce que todo avanza y es positivo innovar. El presidente de la Asociación Española de Dietética, Antonio Villarino, cree que este tipo de vino no ha logrado aún la calidad de la cerveza 'sin'. "Si la batalla del vino desalcoholizado es frente a los de mesa, de menos entidad, puede tener sus oportunidades porque hay gente que come todos los días con esa bebida e ingiere una cantidad de alcohol interesante. Pero no se puede comparar la calidad de los grandes vinos con la del 'sin'".

Defensores

El presidente del grupo Matarromera , cree, sin embargo, que el problema es que mucha gente tiene "ideas preconcebidas". "La lógica dice que el vino 'sin' tendrá éxito, y mucho. Lo que no se puede hacer es comparar un gran vino con uno desalcoholizado, al igual que una cerveza sin alcohol no tiene nada que ver con una belga de gran calidad", afirma. Asegura, asimismo, que los vinos 'sin' no tienen nada que ver con los de mesa debido a que, según él, el proceso de elaboración es muy costoso, se obtiene con uvas de alto nivel y tiene muy pocas calorías. "El Emina Sin ya se encuentra en restaurantes con una o dos estrellas Michelín", concluye. El presidente de Bodegas Torres asegura que el vino blanco desalcoholizado gusta mucho. "A veces damos a probar la bebida a gente sin decirles nada más. El resultado es que les encanta, y cuando les preguntamos qué contenido alcohólico creen que tiene nos dicen que 10 ó 11 grados". Advierte, en cualquier caso, que no recomienda esta bebida a gente a la que le guste el vino, ya que los nuevos caldos son, en su opinión, para un tipo de público que tiene especial preocupación por cuidarse.

El vino sin alcohol está dando sus primeros pasos en España, pero ya existen algunas tiendas especializadas en este sector y una asociación de empresas de vino desalcoholizado. El objetivo: dar a conocer el producto y conseguir que, dentro de 35 años, esté tan consolidado como la cerveza 'sin'. El tiempo y el público lo dirán.

Cartel con el que se anunciaba la primera 'sin' española en los bares.
Etiqueta de una botella de Emina Sin.
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