La Fundación Suñol inicia nueva etapa revisando su colección

“Muchas de las obras de la colección Suñol podrían estar en cualquier museo del mundo”. Lo afirma Valentín Roma, comisario del ciclo de exposiciones que articulan la nueva etapa de la Fundación Suñol, en el que fue el antiguo almacén de la colección en el barrio de Les Corts. Titulado Tres actos, el ciclo arranca con la muestra Obras maestras conocidas, que como indica su título se centra en las piezas que han convertido la colección en una de las más importantes de España.

Tras abandonar el céntrico espacio de Paseo de Gracia, la primera temporada se plantea como un tríptico expositivo que plasma las líneas argumentales del fondo así como el marco artístico e histórico en el que fue creado por el empresario Josep Suñol, tan discreto, esquivo y alérgico a la celebridad que nunca se dejó fotografiar, hasta el punto que en la fundación al lado de la placa que le recuerda no hay una instantánea de su rostro, sino una obra de Zush que estaba en su despacho. Pese a que el coleccionista falleció el pasado noviembre, unos días antes de que se abriera al público la nueva sede, su equipo dirigido por el artista Sergi Aguilar decidió seguir con el programa previsto como homenaje a su legado.

“Las colecciones y más si son cerradas como la Suñol, tienen un carácter estable. Por eso resulta interesante leerlas desde miradas diferentes. Las obras no cambian pero su interpretación puede aportar nuevos conceptos que también pasan a formar parte de la colección”, indica Roma, que ha estudiado y escrito sobre el acervo reunido por Suñol. Equipo Crónica, Palazuelo, Arroyo, Fontana, Saura, Tàpies, Dalí, Barceló, Miró, Warhol y Mapplethorpe con la célebre foto del galerista Fernando Vijande, son algunos de los artistas que se despliegan en la primera entrega de la revisión de la colección a cargo de Roma, que se mantendrá abierta hasta el 30 de abril. “El filosofo Giorgio Agamben afirmaba que algunas obras tienen como un centro incandescente. Los autores son importantes, pero las obras maestras son piezas concretas, que plantean preguntas como qué es lo que otorga este estatus y sobre todo con qué criterios cuando se trata de arte contemporáneo” explica el comisario, que considera el ciclo una forma de insuflar nueva vida y energía a la colección. “La interpretación de unas obras se reformula siempre desde el presente y hacia el futuro y en este caso se enfrenta al reto que supone un nuevo emplazamiento, en un barrio con características distintas”, continúa Roma.

La segunda exposición Todo lo sólido se desvanece, se centra en el arte abstracto y en especial modo en la tradición pictórica catalana, que el comisario define “impresionante”. “Hemos elegido las obras a partir de la consideración que el lenguaje abstracto es el que más representa el esfuerzo del artista para comprender el caos sin voluntad de domesticarlo”, indica Roma, asegurando que su labor no ha sido la expresión de teorías personales, sino el resultado de un trabajo colectivo, surgido del debate y la colaboración con Aguilar y el equipo de la Suñol. Finalmente la tercera entrega del ciclo, desde septiembre a mediados de enero de 2021, abordará el retrato y en particular la iconografía del rostro, uno de los géneros que cruzan toda la historia del arte. Titulada Veinte rostros y tres multitudes, la selección reunirá 20 retratos que tienen su contrapunto en tres multitudes que los observan y reflejan.