Absuelta la joven madrileña que okupó la vivienda de su abuelo
La Fiscalía pedía 1.080 euros de multa para ella y la misma cantidad para su novia, además del desalojo inmediato de la casa
Sucedió a principios de junio de 2019. El madrileño Vicente Moreda, de 87 años, se encontraba en Cartagena (Murcia) cuando recibió una llamada de un vecino:
— Vicente, un familiar tuyo acaba de entrar en tu casa con una chica y un cerrajero.
El familiar era su nieta Paula, de 18 años, con la que no tiene relación. Ahora en el cuarto piso de la calle Atocha, 112, también vive Ainhoa, de 20, que es la actual pareja de Paula. “Estoy destrozado, no lo comprendo”, dijo el abuelo Vicente.
Amelia, de 51, es la madre de Paula, que tampoco se habla con su hija. “Le tengo miedo, cuando era menor me amenazó y acabó en un centro de menores”. Los dos pusieron la denuncia tras enterarse de lo ocurrido. Hace un mes se celebró el juicio en los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid y este jueves se ha conocido la sentencia: "Absueltas del delito leve de usurpación".
La jueza justifica su decisión en contra de la fiscalía: "Hasta hace no mucho tiempo la joven Paula vivía con su padre en la misma casa con el consentimiento de los abuelos. No consta que la abuela—que padece Alzheimer, según su hija y su marido— hubiera revocado en ningún momento dicho consentimiento". Y añade: "Las alegaciones acerca del estado de salud de la propietaria no compareciente y de su estancia en una residencia de Cartagena, no se ven avaladas por documento alguno".
Este periódico se ha puesto en contacto telefónico con la joven, que ha rechazado hacer declaraciones. La madre, que ha conocido la sentencia hace solo unas horas, sí: "¡Cómo va a querer mi madre a unas okupas! Esto es un cachondeo. Mi padre se ha marchado de casa cabreado. Es alucinante. Vamos a ver si recurrimos o no. No. No sé si ella estará en esa casa ahora. ¿Y si yo entro y me denuncian?, ¿quién sabe si ahora están alquilando el piso que no es suyo?".
La magistrada dice en su escrito que a lo largo del desarrollo del juicio pudo ver una situación familiar "complicada" por el proceso de divorcio que están atravesando los padres de la joven, la mayor de tres hermanos. En los hechos probados sí consta que Paula y su pareja viven en el piso del abuelo. "Pero no se acreditan el resto de hechos vertidos en la denuncia".
Vicente, el abuelo, tiene 87 años y en su declaración del pasado mes de diciembre, dijo: “Cobro una pensión de 800 euros y alquilo pisos para sobrevivir y pagar la residencia de mi mujer, que tiene Alzheimer”. Tras oírlo, la jueza fue directa:
— ¿Su nieta le pidió permiso para entrar en su casa?
— Nunca.
La joven argumentó en el juicio que okupó la casa porque no tenía dónde ir. "Hasta ese momento [junio de 2019] estábamos en la casa de la madre de mi chica. Está mal entrar en la casa, pero cuando no tienes dónde ir. Mis únicos ingresos proceden de la noche madrileña”. Solo trabaja unos días a la semana: 240 euros al mes.
— ¿Y cuándo se va a ir de la casa?, preguntó la magistrada.
— Cuando pueda, pero Madrid es muy caro.
Hasta ahora, que se puede quedar el tiempo que quiera.
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