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OPINIÓN
Columna
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Felices 40, Fitur

La conexión emocional con Madrid es, seguramente, una de las razones que explican su éxito y su crecimiento

Varios visitantes en el stand de Brasil en Fitur 2018.
Varios visitantes en el stand de Brasil en Fitur 2018.AFP

Cuatro décadas separan aquella primera y relativamente modesta Feria Internacional de Turismo que se celebraba en España (“la Fitur 81”, la llamaban los medios) y FITUR 2020, consolidada como una de las citas más importantes del mundo.

En estos 40 años, la feria ha cambiado tanto como el propio sector, aunque ha sabido mantener rasgos propios, como su papel fundamental y natural de punto de encuentro de Latinoamérica (en 1981 estuvieron representados todos los países suramericanos, salvo Uruguay y Bolivia) con los mercados europeos. Los apenas 12.000 metros cuadrados del Pabellón de Cristal de 1979 se han convertido en casi 70.000 en IFEMA, aquellos 37 países participantes, en 167 y los 30.000 visitantes profesionales a los que dio la bienvenida Enrique Tierno Galván en 1981, superarán los 150.000 a los que recibirán los Reyes este 2020.

Esta creciente profesionalización de FITUR no ha ido en detrimento de su popularidad, como prueban los más de 100.000 visitantes no profesionales que se esperan este año. La conexión emocional con Madrid es, seguramente, una de las razones que explican su éxito y su crecimiento; un crecimiento que refleja el del sector turístico, no sólo en España sino muy especialmente en nuestra comunidad.

Si en 1981, cuando España ingresaba unos 7.000 millones de dólares por turismo, ya se apreciaba “una tendencia creciente a relanzar el turismo en el centro de la Península (El País, 15/02/1981)”, el año pasado supuso la consolidación de la Comunidad como destino de calidad. Entre enero y noviembre nos han visitado más de 7,1 millones de turistas extranjeros, un 7,5% más que en el mismo período de 2018, cuando en total nos visitaron más de 14 millones. El turismo ya supone, directa e indirectamente, un 7% del PIB de la Comunidad, más de 16.000 millones, y ocupa a más de 400.000 personas. Madrid es líder, no sólo en número de visitantes en el turismo de interior, sino en gasto medio por visitante.

Debemos felicitarnos por ello, sin duda, pero también comprometernos con los retos que se nos plantean: evitar la masificación excesiva, incrementar la duración de las estancias, asegurarnos de que quienes nos visitan conocen la riqueza de nuestra cultura —uno de los principales reclamos de nuestra comunidad— y Patrimonio, de nuestra gastronomía, de la experiencia de visitar Madrid y disfrutar de sus señas de identidad: hospitalidad, diversidad y pluralidad, la alegría de vivir, el entusiasmo y el optimismo que cautivan a nuestros visitantes y les hacen sentirse como en casa desde el primer momento. Y esa experiencia no puede limitarse a la capital, sino que debe extenderse a cada uno de los 179 municipios de la Comunidad. Cada uno de ellos guarda sorpresas y tesoros. Y cualquier momento es bueno para descubrirlos.

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Marta Rivera de la Cruz es consejera de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid. 

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