Mas-Colell aboga por la investidura de Sánchez y trabajar a ocho años vista
El exministro Solchaga receta también "paciencia" y tres mesas de negociación para resolver el conflicto catalán
Diálogo, prudencia e investidura de Pedro Sánchez. Y, después, sobre todo paciencia. El exministro de Hacienda Carlos Solchaga y el exconsejero de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, en un acto organizado por el Círculo de Economía bajo el título Estabilidad y lealtad: un nuevo marco de actuación. moderado por la directora de opinión de EL PAÍS, Máriam Martínez-Bascuñán, y la directora adjunta de La Vanguardia, Lola García. Ambos han coincidido en defender como necesaria esa hoja de ruta en los próximos semanas, meses y años para tratar de resolver el conflicto político catalán, cuya resolución ha vaticinado Mas-Colell que será "necesariamente lento", ya que se tendrá que superar "hito a hito".
De hecho, el economista catalán ha defendido que no ve el inicio de una resolución de la actual situación política en menos de ocho años y en un proceso que debería seguir la siguiente pauta: investir a Pedro Sánchez y hacer posible la coalición PSOE-Unidas Podemos, buscar aproximaciones con el independentismo catalán para acabar con "la falta de confianza" entre las diferentes posiciones; conseguir afianzar la coalición de gobierno para que gane las próximas elecciones y acabar de resolver la situación.
Tras esa distensión de ocho años, Mas-Colell ha dudado que el gran hito final sea un referéndum por la independencia o por la reforma de la Constitución, pero ha defendido "legítimo" reclamarlo y ha considerado que en algún momento se tendrá que apelar "al voto popular para sellar el acuerdo". Ha asumido que no será pronto, pero que tampoco se puede plantear en un contexto "con presos y exiliados".
Solchaga no ha evitado hablar de ese posible referéndum, pero lo ha situado en un horizonte a largo plazo, previo acuerdo sobre cuáles deben ser sus condiciones de convocatoria y de resolución. "No se puede hacer ahora, porque ahora en el Parlament no hay ni el respaldo de 90 escaños para modificar el Estatuto", ha dicho.
En todo caso, en el corto plazo el exministro de Solchaga ha reclamado buscar espacios los más inclusivos posibles, trabajados con tiempo. Y aconsejado ordenarlos en tres mesas diferentes para buscar consensos. Una es la actualmente existente, la comisión bilateral Estado-Generalitat que entra dentro del marco constitucional. Pero apuesta por otras dos. Una mesa de partidos conformada en el Parlament y "deseablemente" en el Congreso, para tratar que la situación "no sea explosiva".Y finalmente ha abogado por una mesa de gobiernos que podría ayudar a "desbloquear" situaciones sin salida en las dos mesas anteriores.
Después de enumerar los numerosos fracasos en los que se ha caído desde el Gobierno central y el independentismo en los últimos años, Solchaga ha reclamado "el esfuerzo de hacer el diálogo", en el que ha demandado prudencia sobre qué se pide a cada uno y ha demandado espacios de grandes grupos, sin exclusiones.
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