Sin pamplinas
Isa Calderón y Lucía Litjmaer producen, escriben y conducen el espacio ‘Deforme semanal’, que acaba de estrenar su tercera temporada
Les ha costado volver, pero han vuelto. No lo han hecho en septiembre, como cualquier programa. Ellas siguen su propio calendario. En pleno noviembre, Isa Calderón y Lucía Lijtmaer han iniciado la tercera temporada de ‘Deforme semanal’, el espacio que producen, escriben y conducen. Como ya es costumbre, entradas agotadas. Las 500 butacas del Palacio de la Prensa estaban ocupadas el jueves por la noche para verlas y escucharlas. “Francamente, estos días no estamos para pamplinas. Teníamos que volver para, entre otras cosas, poner a parir a todos aquellos que últimamente aceptan con pasmosa tranquilidad tanta regresión”.
Lleno natural. Cuando empezaron con ‘Deforme semanal’ no imaginaban que tendría tanto éxito que tres años después seguirían haciéndolo. Comenzaron porque no veían ningún late night hecho por mujeres ni en la tele ni en teatros ni en ningún sitio. Pensaron en hacerlo ellas, pero no sabían exactamente lo que íban a hacer ni cómo. "Cuanto más se acercaba la fecha de hacerlo el primer día, más miedo nos daba”, coinciden. Semana tras semana lo fueron disfrutando cada vez más. Se acostumbraron a llenar las 120 butacas del Teatro del Barrio, donde comenzaron. Luego pasaron a las 300 del Teatro Arlequín. De allí a las 500 actuales. “Ha pasado de una manera muy natural”, dicen.
Antes de votar. ’Deforme semanal’ es un programa cultural y político, en el que se ríen de todo. Cualquiera es objeto de chanza. “Es un espacio alejado de la perspectiva machirula reinante”, señalan. En cada entrega repasan la actualidad. Se nutren de lo que leen, oyen y ven. “La realidad que nos rodea no deja de asombrarnos y de espantarnos”. Las elecciones generales imponían su regreso antes de que mañana los colegios se llenen de urnas. “Hay que votar. El que no vote, allá quede en su conciencia", advierten. "Nos jugamos mucho. Un poquito de responsabilidad, la ultraderecha es muy peligrosa”.
Hablar sin parar. Antes de ‘Deforme semanal’, Isa Calderón comenzó a tener fans por sus ‘Reviews fuertecitas’. En cada entrega, una película era la excusa para sus disertaciones. Lucía Lijtmaer era una de quienes entraban a Flooxer para escuchar lo que tenía que decir. “A mí me encantaban las ‘Reviews fuertecitas’. La contacté para hacer un taller en Princesas & Darthvaders y así nos conocimos”. La comisaria del festival de La Casa Encendida y la autora de los descacharrantes monólogos se hicieron amigas. “Desde entonces, nos pasamos la vida hablando todo el rato”. Cuando se acerca un nuevo ‘Deforme semanal’, su relación se intensifica. “Nos juntamos cuatro días para preparar el programa. Leemos y releemos hasta que nos estalla la cabeza”.
Invitados de excepción. En cada programa cuentan con alguien a quien invitan para charlar en el escenario. Christina Rosenvinge, Ada Colau, Pablo Iglesias, Alba Flores, Nacho Vigalondo, Thais Villas, Bob Pop, Moderna de Pueblo, Eva Llorach o Cristina Morales ya han pasado por ‘Deforme semanal’. Llaman a gente que les interesa escuchar. Ése es el único criterio. “Hasta ahora todos a los que hemos llamado han aceptado venir. Nos sorprende que quieran venir, pero vienen”. El que tampoco falla nunca es Marc Giró. “Es imprescindible, insuperable. Es un genio. Viene, dice su monólogo, tira los papeles y a Barcelona que se vuelve”.
Discurso punk. Joaquín Reyes ha sido el último invitado a ‘Deforme semanal’. “Me gusta mucho el programa y su discurso. Me hizo ilusión que me invitaran”, compartía en el patio de butacas al acabar su participación. “Este programa debería estar en la televisión pública, pero hay gente a la que le asusta. El discurso feminista sigue siendo muy punk”. Artífice junto a Ernesto Sevilla de ‘Capítulo cero’, esta semana se ha estrenado su segunda temporada en Movistar +. “Estamos muy contentos. Son ocho capítulos llenos de guiños cinematográficos. En la primera temporada las referencias eran más televisivas”. Entre colaboración y colaboración en ‘El intermedio’ y ‘Yu, no te pierdas nada’, está escribiendo una novela. “Voy a un ritmo lentísimo. Llevo dos años ya”. Antes de terminarla, estrenará el 15 de noviembre en el Teatro La Latina ‘¡Uno, dos. Uno, dos. Probando!’.
Stop Meninas. Madrileña una, barcelonesa la otra, Isa Calderón y Lucía Lijtmaer viven en Madrid, la ciudad asaltada por las Meninas. En Instagram ha surgido el movimiento Stop Meninas para compartir el desagrado por esas esculturas. “Son terroríficas, horribles, repugnantes”, expresa Isa, que ya sigue la cuenta @stop_meninas. “Para nosotras las redes son fundamentales para todo”.También las usan para vender entradas. “Es la única manera de promocionarnos que tenemos”. No tienen carteles por las calles ni ninguna inversión publicitaria detrás. “Machacamos por redes. Aunque queden dos entradas, nosotras no paramos”. Las redes tienen otra utilidad para ellas. “Son un medio excepcional para saber si un amigo tuyo es gilipollas o no”.
Versión podcast. Gracias al éxito de ‘Deforme semanal’ en Madrid, han llevado el formato a otras ciudades, se han disparado sus colaboraciones en medios y diversos foros y se han atrevido con otras propuestas, como ‘Acabada’, un monólogo que Isa Calderón defiende sola. Lo último que han hecho las dos de la mano es ‘Deforme Semanal Ideal Total’, un podcast para Radio Primavera, la emisora del Primavera Sound. Díscolas y dicharacheras, si no se hubieran lanzado con la autogestión aún estarían esperando que las llamaran. “El mundo es de los valientes, pero lo disfrutan los acojonados. Esto no es de ningún cursi cipotudo, ni es ninguna estúpida frase incrustada en los pasos de cebra de Madrid. Esto es de Pasolini y sus cartas luteranas. Si este señor estuviera vivo, le encantaría ‘Deforme semanal’ porque nosotras no vivimos en el conformismo. Y encima somos alegres”.
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