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Investido presidente de la Diputación de Lugo el socialista Xosé Tomé

El alcalde de Monforte alcanza el mando provincial con el apoyo del BNG

Momento de la investidura de Xosé Tomé.
Momento de la investidura de Xosé Tomé.

El alcalde de Monforte, el socialista Xosé Tomé, ha sido investido presidente de la diputación de Lugo, con el respaldo de los tres diputados del BNG que prometieron la constitución “por imperativo legal”. En un salón de plenos que se quedó pequeño en el Pazo de San Marcos, poco después de las doce arrancaba la sesión de investidura con la presencia de la familia del nuevo presidente, así como de sus predecesores, Darío Campos y José Ramón Gómez Besteiro. Tampoco se perdieron el acto, el delegado del gobierno, Javier Losada, el secretario xeral del PSdeG-PSOE, Gonzalo Caballero, el delegado de la Xunta, José Manuel Balseiro o la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez.

Finalmente la suma de diez diputados socialistas más tres nacionalistas aupaban a la presidencia a Tomé frente a los doce diputados populares que votaban por su portavoz, Elena Candia. En un discurso de apenas diez minutos, el nuevo presidente se comprometía a combatir la “caída demográfica y el envejecimiento de la población.

A su vez deslizaba que la “diputación va a ser el concello de los concellos, procurando ser útiles a todos y a todas las lucenses, para ello será necesaria la colaboración y la complicidad de todos; de grupos políticos, sindicatos, empresarios y también el tejido asociativo”.

También puso en valor la “obligación de dignificar la vida política” anteponiendo “honestidad, transparencia, diálogo y rigor” en todas las actuaciones que lleve a cabo. “Abrimos una nueva etapa”, señalaba Tomé queriendo alejarse de la herencia de los convulsos cuatro años de la legislatura recién concluida, con los vaivenes de Manuel Martínez que le valieron la expulsión del grupo provincial socialista.

Antes del pleno, el alcalde de Monforte se confesaba “muy ilusionado” para “llevar a cabo el programa que acordamos entre el bloque y el partido socialista, y en el pleno de organización daremos otras claves más”, dejando caer que dicho pleno se podría celebrar el 30 de julio.

“Teníamos la obligación el partido socialista y el BNG de llegar un acuerdo para dar respuesta a lo que dijeron los ciudadanos el 26 de mayo, que era formar un gobierno de progreso y de izquierdas para impulsar políticas que beneficien a los concellos y a los ciudadanos”, esgrimía.

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La diputada nacionalista, Maite Ferreiro, que se convertirá en vicepresidenta, abogaba por “un gobierno estable, un gobierno que prime sobre todo la atención y la defensa de los servicios públicos, queremos un gobierno transparente que realmente la institución preste una atención a la defensa de la igualdad y pretendemos prestar un buen servicio a los distintos concellos de las distintas comarcas, pero sin olvidar la necesidad de un adelgazamiento de las instituciones, de la diputación”.

La portavoz del PP, Elena Candia, afeaba que se ha elegido al presidente “que ha obtenido menos respaldo desde el año 2007 y que no entró de las mejores formas” luego de la pugna con Darío Campos por ser el candidato socialista. La sesión arrancaba a las doce del mediodía, presidiendo la mesa como el más mayor el ex alcalde de Vilalba, el popular Agustín Baamonde, y como la más joven, la alcaldesa de Trabada la socialista Mayra García.

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