El amor suena extrañamente bien
El neoyorquino Gus Dapperton y el gallego Xoel López ofrecen conciertos atípicos en un ciclo con San Valentín como excusa
San Valentín puede ser una festividad discutible, pero el amor no. Conviene enamorarse, por cuestiones de salud. De alguien o de algo; de la vida misma, aunque a veces duela. Así, con ese espíritu que ya hace cuatro décadas enarbolaran Camarón y Kiko Veneno, nació el festival San Valentín Music & Friends, que por cuarto año ya se vale de Cupido para promover conciertos atípicos, especiales, rarunos y, en último extremo, adorables. Este año, con la sala Galileo Galilei como sede, la combinación de participantes abona ese gusto por la extravagancia: el coruñés Xoel López, orillando su abundante cancionero propio para zambullirse en un mar de versiones, y el neoyorquino Gus Dapperton, un veinteañero estrafalario que cuenta las escuchas de sus canciones por cientos de millones pese a no tener ni siquiera publicado aún su primer elepé.
Dapperton es un chaval tímido y lucidísimo del año 97, un rubio que se las podría dar de guapo pero prefiere ejercer de estrafalario con su pelo cortado a tazón, gafas de gruesa pasta, pendientes ostentosos, uñas pintadas de colores chillones e inexcusable rímel en los ojos. Empezó a publicar canciones en YouTube allá por 2015 y canciones como I’m just snacking o Prune, you talk funny no tardaron en convertirle en un gurú bailongo del háztelo-tú-mismo. Encerrado en la habitación o de hotel en hotel, se las apaña por su cuenta para desarrollar una especie de psicodelia melódica con tropezones de r‘n’b; un mejunje, en definitiva, tan singular como él mismo.
A Brendan Rice –que tal es su nombre real– le contemplan un millón de escuchas mensuales solo en Spotify, comparaciones con otros versos libres de la psicodelia indie (Ariel Pink, Mac Demarco, puede que Sean Nicholas Savage) y el desembarco en 13 razones,la serie juvenil de Netflix sobre el suicidio de Hannah Baker, para la que acaba de componer el tema Of lacking spectacle. Y todo ello cuando aún ni siquiera existe un disco de debut, aunque al menos ya sabemos que sus diez canciones verán la luz el 19 de abril bajo el título Where polly people go to read. Todas estas teóricas excelencias podrán corroborarse la noche del mismísimo 14F, el día de autos para los prometidos de medio mundo (occidental).
En comparación con Gus, el gallego Xoel López parece un chico de lo más formal. Su irrupción en el San Valentín Music, en cambio, no lo será. Lejos de manejar su abundante y exitoso repertorio en primera persona, Xoel se parapeta este domingo bajo la denominación de Combo Viramundo y agita un inclasificable cóctel de versiones, de Beatles o Dylan a Serrat, Caetano Veloso o Lovin’ Spoonful, que para eso nos ocupa uno de los músicos más indisimuladamente melómanos de nuestros escenarios. El cartel que encabezan López y sus tres socios en el arte del tributo lo completan Don Patricio (entre el trap y el reguetón) y Nebraska, una chavala madrileña que se bautizó como el disco aquel de Bruce Springsteen y ha desarrollado, en buena lógica, un estilo remozado entre el folk y el rock.
Por si fuera poco, la excusa valentiniana también le ha servido a la Fundación SGAE como hilo conductor para dar forma al ciclo Berlanga mon amour, que durante cuatro noches consecutivas ofrece propuestas arraigadas en la canción de autor (tantas veces inmersa en la casuística del amor) para la sala Berlanga (calle Andrés Mellado 53, 5 euros por concierto).
El menú de romances con música y letra se estrena el miércoles 13 con Travis Birds, una madrileña que aprovecha para dar a conocer su nuevo proyecto, La costa de los mosquitos. La noche grande de San Valentín es el turno de la cántabra Gastelo y su luminoso álbum Lo he vuelto a hacer. El viernes 15 asoma el astur Txetxu Altube, que repasa temas de su trayectoria solista y de su banda previa, Los Madison, en compañía de colaboradoras como Ondina, Rebeca Jiménez, Nadia Álvarez o Clara Alvarado. Y la apuesta más peculiar (sábado 16) es la de FAZ, el dúo de tradición y experimentación que integran Itziar Baiza y Nacho Mur, mucho más conocido por su faceta como guitarrista de La MODA. Entre unos y otras, en suma, el amor será un impulso al que dotar estos días de una buena banda sonora.
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