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Las candidaturas de 2019 desatan la tensión en el PP

Casado debe decidir entre la continuidad de Garrido y Almeida o la llegada de un exministro

José Luis Martínez-Almeida, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid.
José Luis Martínez-Almeida, portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid.Claudio Alvarez
Juan José Mateo

La cuenta atrás lanzada por Pablo Casado para anunciar las candidaturas del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid y del Ayuntamiento de la capital ha disparado la tensión en su formación. Tanto el presidente regional, Ángel Garrido, como el portavoz capitalino, José Luis Martínez Almeida, han sido informados de que el líder tomará una decisión entre septiembre y octubre. Sin embargo, que el calendario se concrete no ha disipado la incertidumbre que atenaza a un sector del PP: la posibilidad de que desembarque en Madrid un nombre de peso sigue abierta.

15 de agosto. Los chats que reúnen a los políticos madrileños echan fuego. Es la fiesta de La Paloma. Y han visto al alcalde de Boadilla, Antonio González Terol, representando al PP en una fecha más que señalada. Cuando el también diputado se deja fotografiar visitando otro puñado de fiestas patronales madrileñas, las especulaciones se disparan entre sus compañeros. Da igual que González Terol explique que solo cumple con su cometido como secretario de política local, y que niegue una y mil veces tener interés en ser candidato autonómico. Él afilió a Casado al PP. Sigue siendo parte de su círculo de confianza. Y cada gesto en Madrid —por minúsculo, casual o inocente que sea— se mide como el anuncio de lo que está por venir. Así de tenso aguarda el PP a que su líder anuncie quiénes encabezarán las dos principales listas de la región.

"Génova tiene que analizar los candidatos y elegir un ticket ganador porque la Comunidad y el Ayuntamiento son fundamentales para el PP", cuenta uno de los principales colaboradores de Casado en la dirección nacional y la madrileña. "Garrido y Almeida son buenos candidatos, en el caso del presidente de la Comunidad también ha demostrado que es un buen gestor... pero a lo mejor luego se decide que hay candidatos mejores. Es una decisión de Casado", reconoce. "Entre exministros, cargos de Madrid y gente de fuera del partido que puede encantarle a nuestro electorado... pueden ser muchas personas". Y advierte: "No se trata de devolver favores, ni de actuar por cariño o amistad Se trata de ganar".

El PP afronta las elecciones de 2019 en las peores circunstancias. Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre, sus candidatas de 2015, han dimitido, dejando al partido huérfano de candidatos reconocibles. Ciudadanos amenaza con conquistar gran parte de su espacio electoral. Y los casos de corrupción siguen dando munición a sus rivales. En consecuencia, la dirección nacional solo maneja una certidumbre: los sondeos sobre cómo valoran los ciudadanos a los posibles candidatos tendrán la clave para la decisión de Casado, que siempre ha defendido que la capital se presta a candidatos de fuera de la ciudad (como lo fue Juan Barranco) o independientes anunciados a última hora (como Manuela Carmena). Todo lo demás está en el aire.

¿Será la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría una de las candidatas? El PP alumbró ese proyecto cuando Mariano Rajoy seguía al frente del partido. Todo ha cambiado desde entonces. Rajoy ya no lidera el PP. Sáenz de Santamaría perdió las elecciones internas frente a Casado. El jueves, cuando el nuevo presidente nacional convocó la reunión del grupo parlamentario, se ausentó. Una señal de distanciamiento que también refleja las difíciles decisiones que tiene la exvicepresidenta por delante.

Aceptar el encargo de Madrid es un arma de doble fila. Si ganara, Sáenz de Santamaría tendría el poder orgánico que le ha faltado hasta ahora. Y si perdiera, se enfrentaría al largo invierno de cuatro años en la oposición. Seguir como diputada o pasar a la actividad privada son por lo tanto opciones abiertas.

Exministros

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"¿Y los exministros Íñigo Méndez de Vigo e Isabel García Tejerina? ¿Querrían venir al Ayuntamiento o la Comunidad?", se pregunta un político madrileño que pertenece desde hace años al núcleo duro de Casado. "En la Comunidad hay gente que piensa que Terol puede mover ficha, e intentarlo, aunque Garrido quiere ser candidato", añade. "En el caso del Ayuntamiento, Almeida tiene la ventaja del buen trabajo que ha hecho en una situación difícil y de que la victoria no está clara, lo que hace menos apetecible el destino".

reloj aprieta a Casado. Durante su etapa como vicesecretario, el hoy líder defendió que había que anunciar pronto las candidaturas del PP, para que así los aspirantes pudieran dar a conocer su proyecto y dejar huella entre los electores. Por eso el presidente nacional quiere oficializar el nombre de sus números uno en septiembre u octubre. Será el primer paso para relanzar el proyecto del PP. Luego llegará la convención nacional de diciembre. Un escenario para reflejar la renovación que quiere encarnar Casado. Y algo más: el pistoletazo de salida para que los candidatos madrileños del PP luchen por mantener el gobierno autonómico y por recuperar el de la capital.

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Sobre la firma

Juan José Mateo
Es redactor de la sección de Madrid y está especializado en información política. Trabaja en el EL PAÍS desde 2005. Es licenciado en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Periodismo por la Escuela UAM / EL PAÍS.

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