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Dos hombres perdidos abren la temporada del Aquitània

Ramon Madaula dirige su comedia ‘Perduts, a partir del día 13

Madaula, de pie, dirige un ensayo.
Madaula, de pie, dirige un ensayo.

La temporada del Teatre Aquitània arranca el 13 de setiembre con la comedia de producción propia Perduts,la historia de dos hombres “perdidos ante sus mujeres, el sexo, el amor y la vida”, resume su autor y director, Ramon Madaula.

Xavier Bertran y Jordi Coromina interpretan la historia de dos amigos y compañeros de trabajo que siempre coinciden en el mismo restaurante a la hora de comer y acaban compartiendo sus preocupaciones más íntimas. Enamorados de sus mujeres y con un empleo estable; ambos tienen la vida solucionada, pero sienten que están estancados y empezando a caer en la inercia, lo que les llevará a proponerse un reto peligroso por el que acabarán perdidos y perdiendo. “Están en la crisis de los 40 y no acaban de ser felices. Tienen ese gusanillo de a ver si no soy suficientemente feliz o me estoy perdiendo algo”, añade el autor.

Madaula afirma que su único propósito es entretener al espectador: “Es una comedia para pasar el rato, no una obra profunda. No pretendo llegar a ninguna conclusión, Dios me libre”. Esta obra está en consonancia con su trabajo anterior: “Hago un teatro sencillo y no me avergüenzo, me interesa mucho situarlo en ambientes cercanos, que la gente se reconozca, en vez de hablar de situaciones extremas”. Las problemáticas que se exponen en Perduts son reconocibles, como expresa el propio autor, “creo que esta sensación de perdidos en el amor y la sexualidad es compartida por mucha gente”. Los propios actores afirman sentirse en parte identificados por “la edad y el bagaje personal, en la obra hay ecos de cosas que nos han pasado”.

Xavier Bertran define su actuación en Perduts como un “viaje emocional” que “parte de la cotidianidad y te lleva desde caras más amables a otras más oscuras y agrias, pero sin perder la comedia. En este equilibrio está la fuerza del espectáculo”.

Aunque la obra no es conclusiva, la clave parece estar en estas palabras de Madaula: “En esta vida lo que necesitamos todos es amor en el sentido de que nos escuchen, nos cuiden y nos entiendan, y ellos no han sabido valorar a sus mujeres. En el fondo acaban perdidos porque no han sabido querer”.

Elles era el título que se puso a la obra en un inicio porque son ellas, las esposas de los protagonistas, el hilo conductor de toda la función a pesar de que no aparezcan en ningún momento. “En la obra queda bastante contado el mundo femenino, nos imaginamos perfectamente lo que hacen ambas mujeres y porque lo hacen. Al final el público se las acabará imaginando y sabiendo qué tipo de mujeres son”.

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El tono cómico del espectáculo juega con los clichés de género y se introduce ese “patetismo de las conversaciones masculinas”. porque cuando los hombres hablan de mujeres o las mujeres de hombres las conversaciones pueden ser muy patéticas”.

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