“No somos frikis de las series”
Betu Martínez y Víctor Sala, creadores de ‘Serielizados’, revista web y un festival que prepara su quinta edición
“No somos unos frikis de las series”. Es casi lo primero que te dicen Betu Martínez y Víctor Sala. Y es cierto, a pesar de su intenso historial en el universo de las series. Han creado la revista web Serielizados de la que ha nacido el festival del mismo nombre y que prepara su quinta edición. Promueven un showcase para dar visibilidad al talento emergente en esta área y que organizan en su festival, en el Zoom de Igualada y en el Screen TV de Málaga. Están detrás de Tube d’assaig de betevé, programa para impulsar proyectos de series y que no pudo empezar mejor: la serie del estreno ganó el Premio Ondas 2015 en una nueva categoría -la de Ficción Emitida por Internet-. Pero su gran batalla no ha sido empujar a la comilona indigesta de títulos. Ha sido reflexionar sobre el género como producto cultural. “Serielizados nació para reivindicar las series. Hace cinco años no eran consideradas cultura. Había un desprecio al género, a lo que tiene de único en el mundo audiovisual, su planteamiento capitular, que no acabe en dos horas. Todavía hay quien se lo mira por encima del hombro”. Por eso mismo, su revista web busca un acercamiento sereno, “lento”, al análisis.
La piratería creó otra manera de consumir y la industria se adaptó”
Víctor y Betu se conocen desde que tenían tres años. Su primer proyecto conjunto fue un programa de radio en 2006 sobre el Mundial de Alemania en Ona de Sants-Montjuïc. En la misma emisora hicieron durante cinco años un programa deportivo, A barraca. Betu Martínez estudió periodismo en Blanquerna y viene de la música. Formó parte de Monkey Pride. Un nombre, orgullo de mono, al que se le pueden buscar explicaciones –“no olvidar nuestro lado emocional, animal”, explica Betu-, pero que escogieron sin tanta intención, simplemente porque sonaba parecido a una canción que les gustaba de Red Hot Chili Peppers, Funky Monks. Aunque el actual ajetreo lo ha alejado de la música, no descarta regresar a la composición, a escribir canciones, a trabajar con los amigos de siempre, a recuperar el diálogo con la música y los músicos. “Además, el arte de la música es algo mucho más eficaz que ir al psicólogo”.
Víctor Sala estudió comunicación audiovisual en la Pompeu. De esta etapa queda un corto que hizo con David Braun al final de un Erasmus en la escuela de cine y televisión FAMU de Praga. Se titula Robota y puede verse en Vimeo. “Fue un homenaje a lo que habíamos aprendido allí, a la escuela de animación checa, a Karel Capek…”.
El ‘spoiler’ no es permanente, ha de tener fecha de caducidad”
Serielizados nació porque Víctor y Betu decidieron poner en práctica un trabajo de final de carrera de Betu en el que había que crear una nueva empresa periodística. Estamos en octubre 2013, “en mitad de la tempestad de un cambio del consumo pirata al imperio de las plataformas”. “Lost (Perdidos) había sido un éxito mundial gracias a la piratería. La industria advirtió que había una nueva manera de consumir el audiovisual. Cuando, como y desde donde yo quiera. Una manera de consumir heredada de la piratería y la industria tuvo que adaptarse. Es el paso que va de seriesyonkies a plataformas como Netflix”. Obviamente hay públicos muy diferentes, con otros hábitos. “Esto explicaría el éxito de El cuento de la criada en Antena 3 que estrenó HBO. Muchas series han fracasado en la televisión generalista porque las han maltratado con los horarios, la periodicidad… TV3 emitió Breaking Bad a las tantas de la noche”.
Y en febrero de 2014, así de rápido, ya se celebra la primera edición del festival de series. “Se trataba de trasladar la línea editorial de la revista a un acontecimiento en vivo”. Los cuatro objetivos fundacionales, explican, eran: crear un espacio de encuentro para la gente del sector que trabajaba aislada, contactar con el talento local, traer las novedades internacionales y, también, hacer una aproximación desenfadada al fenómeno. “No teníamos referentes sobre cómo se hacía un festival de series”. Había Seriesmania en París, que luego se ha trasladado a Lille, y uno en Vitoria, pero dedicado a la promoción de las producciones domésticas. Ahora los hay en Berlín o en el mismísimo Cannes cuyo festival de cine ha rechazado las películas de plataformas que no se estrenan en salas. “Esto solo se explica porque Cannes es una fiesta pagada por los exhibidores y quieren promocionar su producto. Es una batalla entre viejos y nuevos reinos. Particularmente el de Netflix. Amazon mantiene otras ventanas de exhibición y permite el estreno en salas. De todas maneras, se avecinan otras polémicas. Por ejemplo, los derechos de autor. Netflix no publica datos de audiencia”.
La quinta edición del festival (27-30 setiembre), además de los invitados españoles e internacionales (viene Vince Gilligan, el creador de Breaking Bad) propone un homenaje a Maria Aurèlia Capmany. “Se celebra el centenario de su nacimiento y creemos interesante recordar que fue una pionera de las series en RTVE y con una producción en catalán, Les nits de la tieta Rosa, una teresina cabaretera. Conviene recordarlo y que Maria Aurèlia usó este recurso narrativo para transmitir su manera de ver el mundo. Una manera que resume el título de uno de sus libros, Feliçment sóc una dona”.
Y la conversación prosigue sobre el pesado tabú del spoiler (“ha de tener fecha de caducidad, si explicas ahora el final de The Soprano, no te pueden recriminar que haces un spoiler”) o sobre el confuso término “transmedia”. “Si el uso de distintas plataformas no aporta nada al desarrollo narrativo de la obra audiovisual no es transmedia, es mercadotecnia que explota el mercado del cómic, del videojuego o de la web”. Lo dicho, no tienen nada que ver con los frikis.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.