Un indio ‘kitsch’

En pleno Barrio de Salamanca abrió hace un año el restaurante Doli (Diego de León, 13; unos 35 euros por persona; menú del día por 12,50 euros). Fue una idea de Mohamed Rana, empresario de Bangladesh que llegó a España en 2002 después de trabajar en restauración en Alemania y Portugal. Se trata de su segundo local —tras Fathe Pur (Ibiza, 42), en la zona de Retiro— y comparten filosofía: acercar los sabores de India al gusto español.

El chef Jahangir Kabir, que como el resto del personal es indio, ha suavizado bastante el picante de las recetas originales, pero mantiene su espíritu utilizando las mismas variedad de especias en sus tikki massala o en su guisado al estilo Madrás.

Doli —que toma su nombre de la silla de manos cubierta que se utiliza tradicionalmente en India para llevar a la novia el día de la boda— recibe al visitante en un espacio colorido, con toques divertidos que rozan lo kitsch, pero no abruman porque el local es amplio (para unos 60 comensales). Además de ofrecer un menú del día, el restaurante cuenta también con uno de degustación (27,90 euros) que permite una aproximación a los platos más internacionales de la cocina india. Abierto toda la semana, está muy concurrido a la hora del almuerzo, y también tiene clientela de fin de semana (conveniente reservar).

Para abrir boca se puede arrancar con unos rollitos crujientes de tres quesos, samosas aloo o empanadillas de masa casera. Unas rellenas de patata, guisantes y semillas de cilantro. Otras, de cordero con jengibre y cilantro. Ofrecen una buena selección de curris, desde suaves —como el pollo korma, con salsa de almendras y leche de coco— hasta un contundente cordero vindaloo, especiado y con lima. El pan de pita, recién hecho; el arroz pilao, con cardamomo, canela, anís estrellado y azafrán; o la cerveza Cobra acompañan cualquier plato.