El Manzanares se limpia tras una temporada sin baño en la Pedriza
La Consejería anuncia que dejará la barrera para los coches abierta una hora más entre semana
El año pasado la Comunidad de Madrid decidió tomar medidas en La Pedriza para detener el deterioro medioambiental de un lugar muy frecuentado por los madrileños. Se prohibió el baño en las charcas y pozas del Manzanares en la zona y se restringió el paso de vehículos. Los análisis realizados demuestran que el río ha recuperado la calidad biológica aguas abajo de la Charca Verde, una de las zonas habituales de baño. La recuperación de la calidad del bosque de ribera y el hábitat fluvial llevará más tiempo y mejorará a “medio-largo plazo”.
La Pedriza es una de las zonas más problemáticas del Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama por la afluencia de visitantes, dada su proximidad a Madrid. El verano del año acudieron al paraje protegido 92.000 personas, que por primera vez no se pudieron zambullir en las charcas y pozas del Manzanares en la zona. El visitante tipo del Parque Nacional es varón (69,79%) y procede en su mayoría de la Comunidad de Madrid (90%) y el 21% es residente en los municipios del entorno
Hubo protestas, sobre todo de los 11 quioscos y cinco almacenes que se encuentran dentro de la Pedriza, a los que la Comunidad de Madrid ha abierto un expediente debido a su situación ilegal. Y también aplausos de asociaciones que llevaban años luchando por recuperar el espacio como SOS Pedriza.
A pesar de las críticas, a finales de verano de 2016, la situación del río había mejorado notablemente en algunos aspectos y en otros se espera que lo haga en un plazo más largo, según un informe realizado por el Centro de Investigación de la Sierra del Guadarrama. A mediados de verano del año pasado las larvas de mosquitos no picadores que dominaron durante 2014 y 2015 debido al uso intensivo del baño cambió a favor de los plecópteros que son indicadores de aguas muy limpias, indica el estudio.
También ha bajado la elevada concentración de limos y de materia orgánica en el cauce. Más despacio se recuperará la flora acuática (briófitos y algas que suponen la base alimenticia de numerosas especies), que sufrió mucho debido al uso intensivo del río por los visitantes, que además de bañarse llegaron a lavar coches o a hacer la colada en sus aguas. El movimiento continuado de las piedras ha impedido el establecimiento de esa flora, que necesita años para llegar a colonizar un espacio.
La recuperación del bosque de ribera también irá más lento. En 2016 sus valores se han mantenido más o menos estables, aunque “es apreciable” un descenso de su calidad aguas abajo que ya observaron los científicos en años anteriores. La causa principal es la reducción del sustrato arbustivo.
De las tres medidas adoptadas por la Consejería de Medio Ambiente la que menos ha gustado al visitante son los horarios en los que se baja la barrera que impide el acceso a los vehículos que encuentran muy restrictivos. Por ese motivo este año han decidido ampliarlo explica el director general de Medio Ambiente, Diego Sanjuanbenito.
A partir del lunes 17 de julio la barrera permanecerá abierta por la mañana entre semana una hora más, hasta las 10.30, explica. Ninguna de las otras iniciativas se va a modificar porque “hoy por hoy tenemos las pruebas de que ha sido una buena actuación”, matiza Sanjuanbenito. El autobús lanzadera se pondrá en marcha del 19 de julio al 29 de septiembre de miércoles a viernes entre las 10.30 a 13.00 y de 18.00 a 20.30. Dada la recuperación de la zona, el Gobierno regional ya ha anunciado que mantendrá la prohibición de bañarse en La Pedriza y, además, estudiará ampliar las restricciones al tráfico rodado a más zonas verdes de la región.
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