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El último hueso del cadáver de Cándido Español

La policía aclara el asesinato de un vecino de Madrid cuyo cuerpo fue deshecho en Illescas

J. A. R.

Este caso confirma dos cosas: lo difícil que es deshacerse de un cadáver después de un crimen y que la policía no descansa. Tres personas han sido detenidas por el asesinato de Cándido Español López, un vecino de Parla (Madrid) que, en septiembre de 2015, fue asesinado en una casa de Illescas (Toledo) por una supuesta deuda de drogas, el clásico crimen por ajuste de cuentas. Un último hueso y una prenda de ropa de la víctima han permitido esclarecer este asesinato, pese a los denodados esfuerzos del supuesto autor material por hacer desaparecer todo resto del occiso.

Cándido Español desapareció el 4 de septiembre de 2015. Cuando su cartel de búsqueda fue colgado en las redes y en las calles de Parla, ya estaba muerto. Ese día acudió a una cita en una casa unifamiliar con piscina, huerto y frutales en Illescas con quien supuestamente acabó matándolo. Hacía calor. La víctima apenas llevaba una camiseta negra (como casi siempre), un bañador azul claro y unas chanclas que llevaba calzando todo el verano. En el garaje de la vivienda recibió tres disparos.

Entonces empezó la tarea criminal de ocultar el cadáver. Primero el autor de la muerte lo metió en un arcón congelador en el propio garaje. Pero luego enterró el cuerpo del forzudo cándido en el jardín de la casa, muy cerca de la piscina. Junto a un hacha.

 "No obstante", escribe la policía, "y dado que no se fiaba de su propio entorno, meses más tarde lo sacó de allí y lo metió en un barril con una mezcla de sosa cáustica, amoniaco y ácido. Una vez deshecho el cuerpo, arrojó la mezcla en diversos caminos de tierra".

La policía trató el tema inicialmente como una desaparición voluntaria, pero ya desde el principio vio algunos indicios de "etiología criminal" y puso sus ojos en uno de los ahora detenidos. Pero no halló nada contra él, hasta ahora. Una pista no relevada llevó a un pelotón de agentes de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) y de la comisaría de la Policía Nacional en Parla a la casa de Illescas, que fue peinada y excavada.

Los policías hallaron en el jardín "restos de la ropa de la víctima, un hueso y un hacha". En un escondrijo de un coche encontraron, además, 40 gramos de cocaína y un revólver CTV (checo) del calibre 38 especial. Con el supuesto autor material del asesinato y la ocultación han sido detenidos dos presuntos cómplices.

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Sobre la firma

J. A. R.
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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