La alcaldesa de Valdemorillo rompe el acuerdo de gobierno con IU y Sí se puede

El pacto de Gobierno entre cinco partidos en Valdemorillo, un pueblo de 12.000 habitantes del oeste madrileño, se ha deshecho. La alcaldesa, Gema González, de Progresistas por Valdemorillo anunció ayer que rompía relaciones con una concejal de IU y dos del grupo Si Se Puede. Tras las últimas elecciones, la corporación municipal quedó dividida en siete grupos políticos. Cinco de ellos se unieron para gobernar: Progresistas de Valdemorillo (3 ediles), Sí se Puede (3), Vecinos de Valdemorillo (1), UPyD (1) e Izquierda Unida (1).

Con la expulsión, el equipo de gobierno queda en minoría con 6 ediles (3 de Progresistas, 1 de Sí se Puede, 1 de Vecinos y 1 de UPyD). Enfrente tendrán a 11 concejales (5 del PP), 2 de Ciudadanos, 1 del PSOE y los expulsados: 1 de IU y dos de Sí se Puede, cuyo grupo se ha partido en dos.

En un comunicado oficial, la alcaldesa explica que el intento de dotar al pueblo de una alternativa de gobierno con una coalición y un programa de 20 puntos no ha funcionado. El compromiso era distribuir las actuaciones a lo largo del mandato, "habiéndose cumplido la mayor parte" y no habiendo abandonado "en absoluto" lo que resta por hacer.

La edil de IU expulsada del Gobierno, Rosario Cámara, explica que hace un mes y medio elaboraron un borrador de un escrito de acercamiento \porque se estaba perdiendo la comunicación entre los diferentes miembros del gobierno". La alcaldesa les pidió tiempo y ayer les reunió. "Nos encontramos con la sorpresa de que nos echaba, porque no está de acuerdo con nuestras políticas de izquierdas", puntualiza la edil.

La regidora explica, sin embargo, que los concejales de Sí se Puede e IU apoyaron un documento llamado "Puntos a mejorar basados en el acuerdo de coalición”. En su opinión "no es tal lo que pretenden, sino unas nuevas exigencias", que se basan en las directrices de Podemos, al margen del Ayuntamiento. González añade que esos concejales "no han entendido" la manera de trabajar de la institución, que se encuentra "jerarquizada", a pesar de que su "talante" siempre ha sido "conciliador y flexible". Al mismo tiempo, abre la puerta al resto de grupos políticos para negociar y conseguir "el mayor de los consensos".