Canciones para todos

Como es habitual en este país del desapego, el pasado 11 de junio solo se concedió un espacio de cortesía al fallecimiento de José Luis Armenteros, el hombre que junto a Pablo Herrero integró la mayor fábrica de éxitos del pop español durante los años setenta. Guitarrista original de Los Relámpagos, José Luis fue un autor de imaginación tan fértil como para considerarlo el equivalente hispano (en versión cándida) a Burt Bacharach y Hal David, así que el homenaje que este viernes y sábado se le tributó en la Siroco era hijo de la pertinencia. De ella y, claro, del inefable Juan de Pablos, locutor de entusiasta verbo dislocado que añadió el segundo día una afonía de campeonato: las fiestas hay que apurarlas hasta las últimas consecuencias.

Armenteros y Herrero (Fórmula V, Nino Bravo, Jarcha, Rocío Jurado) forman parte de la banda sonora de tres generaciones, incluso entre quienes jamás hayan escuchado sus apellidos. Y la sucesión parece asegurada, a juzgar por las versiones imprecisas, aceleradas y borricas de Tengo tu amor, Un beso y una flor o Eva María que se marcaron The Gachises, cuatro chavalas barcelonesas deudoras del punk juguetón de los Ramones.

Hay en este repertorio un evidente viaje de ida y vuelta, desde las crudas catacumbas de la anacronía a la reivindicación de los modernos sin prejuicios. Al yeclano Parade le bastó un tecladito para provocar el delirio con Como una ola, pero también rescató a los casi olvidados Don Francisco y José Luis o al vilipendiado Francisco (La chica del póster). Los castellonenses Los Reactivos y las gijonesas Petit Pop lo fiaron casi todo al repertorio propio, así que el hallazgo de la noche lo propició Kiki D'Akí cuando retorció Ayer y hoy (Fórmula V) hasta que nos vinieran a la cabeza Cristina Lliso y Esclarecidos. Delicioso.