Manu Chao, el lunes gratis en Madrid

“San Isidro va a ser eminentemente una fiesta musical. Siempre ha sido así, pero nosotros hemos querido hacer más hincapié, con una apuesta muy fuerte por la calidad y diversidad”, contó ayer a EL PAÍS Celia Mayer, concejala de Cultura.

Así explicaba que de los 200 actos programados para las fiestas del patrono de la capital, que empiezan hoy y se prolongarán hasta el lunes, la mitad sean musicales. Si ya se sabía que el pregonero será el músico Santiago Auserón, ayer se anunciaba que el fin de fiesta correrá el lunes a cargo del francés Manu Chao y su grupo La Ventura con un concierto a las 22.00 en la plaza Mayor.

Madrid tiene una energía cultural altísima, que debemos impulsar desde el Ayuntamiento para que las Fiestas de San Isidro se conviertan en una referencia internacional (Celia Mayer)

Será el colofón de cuatro días en los que habrá espacio para ídolos juveniles como Abraham Mateo, estrella el sábado de Primavera Pop, un festival con una veintena de conciertos para celebrar el 50º aniversario de la emisora Los 40 Principales, pero también cabrá la canción política de Nacho Vegas. “Junto a lo más local, tradicional y folclórico, hemos apostado por la experimentación y la innovación. Por ejemplo, en Las Vistillas habrá noches temáticas de electrónica, hip hop, etcétera”, destacó Mayer, muy orgullosa de una de las iniciativas: “Las plazas temáticas, una manera muy sugerente para acercarse a nuevos estilos y descubrir la ciudad a través de las fiestas, con una programación específica con poesía, música clásica —en el Templo de Debod—, infantil, baile, etcétera”.

Porque tras años de languidecer, la corporación municipal dirigida por Ahora Madrid parece decidida a reflotar unas fiestas que en los ya lejanos ochenta vivieron su momento de esplendor. Fue la época de noches históricas, como el primer concierto en España de la banda británica The Smiths, en 1985 y ante centenares de miles de personas (se llegó a hablar de medio millón). “Gracias a San Isidro y a San Tierno tenemos a The Smiths en Madrid”, dijo en pleno ataque de euforia Paloma Chamorro, presentadora de La Edad de Oro, el programa de TVE que retransmitió en directo aquel evento para toda España.

Tampoco son fáciles de olvidar otros momentos menos pacíficos. En 1986, un concierto del grupo de punk alavés La Polla Records en el auditorio de la Casa de Campo terminó en batalla campal con ocho heridos leves y un detenido. Según declaraba entonces el jefe del servicio de orden, “hay un grupo salvaje de no más de 40 personas que va a todos los conciertos y que parece estar dispuesto a terminar con las fiestas populares”.

Meses antes de esa polémica había fallecido el alcalde Enrique Tierno Galván, aquel “San Tierno” al que se refería Chamorro. Eso marcaría el principio del fin de la trascendencia de unas fiestas que él había impulsado durante su mandato. Nunca se dejaron de celebrar, pero se volvieron irrelevantes. En 2015, San Isidro coincidió con la campaña de las elecciones municipales y autonómicas que llevaron a Ahora Madrid al Consistorio.

En 2016 el presupuesto ronda el millón de euros. “Madrid tiene una energía cultural altísima, que debemos impulsar desde el Ayuntamiento para que las Fiestas de San Isidro se conviertan en una referencia internacional”, concluyó Mayer.