Faquir Kirman, 50 años masticando bombillas
El festival de Magia Memorial Li-Chang homenajea al veterano artista
El festival de magia, Memorial Li-Chang, que estos días se celebra en Badalona, homenajeó ayer al faquir Kirman, que lleva 52 años en la profesión. En un teatro Zorrilla lleno, la alcaldesa de la ciudad, Dolors Sabater, y el actor Juanjo Puigcorbé, como representante de Cultura de la Diputación de Barcelona, arroparon la entrega de la Mención Honorífica a Kirman, Josep Miret, de nombre civil. El faquirismoes una disciplina casi en extinción en España. Según Kirman, apenas hay cuatro en activo. “En la magia, si falla el truco no pasa nada, puede disimularse. En el faquirismo quien falla eres tú y, de tanto en tanto, el toro te coge”.
Kirman empezó a los 17 años masticando bombillas y escupiendo fuego. Obviamente, anoche, brindó desde el escenario por la mención honorífica. Como buen faquir, no lo hizo con cava. Ingirió algún combustible. Luego sopló dos llamaradas que iluminaron media platea.
Empezó a los 17 años masticando bombillas y escupiendo fuego. Obviamente, brindó desde el escenario: ingirió algún combustible y sopló dos llamaradas que iluminaron media platea
Las galas internacionales de este fin de semana forman parte de una agenda que llena Badalona de magia durante un mes, desde las bibliotecas a las escuelas o restaurantes. El programa lo integran cinco magos que fueron presentados por Pepín Banzo, ilusionista y músico aragonés. Banzo, que estuvo en una banda con el atractivo nombre de Comando Cucaracha, con inteligencia y sin protocolo, introdujo a los magos invitados con una llamativa charlatanería. Fue el único mago que habló durante la función, algo casi inevitable si se trata del presentador.
Tanto los franceses Kenris Murat y Aurelia, que fabrica sus ilusiones a ritmo de tango, como los ucranios Double Fantasy, con efectos de mayor envergadura escénica, tuvieron el acierto de dar a su partenaire femenina un papel activo en la fabricación de las ilusiones y no de simple comparsa cuyo único destino es meterse en una caja y desaparecer y aparecer. El belga Sebastien Dethise combina la manipulación de bolas y palomas, un tanto díscolas en el estreno, con juegos malabares que no son copia de los archivistos ejercicios de saltimbanquis.
El catalán Mag Txema construyó, también desde la mudez, toda una narración sobre la ausencia de una mujer mientras en el escenario, por ejemplo, volaba una gabardina que la recordaba. El cubano Ernesto Plana presentó su espectáculo de sombrillas: lleva seis años con él y sigue asombrando. Anoche en Badalona, solo en el escenario, hizo aparecer 49, de todos los colores. “He creado la técnica para este efecto. Antes, las sombrillas aparecían lentamente de un pañuelo. Yo las hago aparecer de forma repentina y veloz”. El segundo mago que ofrece una ilusión similar es un japonés que, cuenta Plana, saca 26 sombrillas.
Badalona, en definitiva, ofreció una elegante gala (hoy, últimas funciones) que habría complacido al badalonés Li-Chang (Joan Forns, de nombre civil), de quien este año se celebra el centenario de su nacimiento.
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