El Liceo replantea el proyecto artístico de Amat para sus fachadas
El teatro prevé un presupuesto de 43 millones de euros para la temporada 2016/2017
El Liceo quiere tener el visto bueno del Ayuntamiento de Barcelona para el proyecto artístico propuesto por Frederic Amat para sus fachadas y lo ha replanteado para que tenga un impacto visual menor. “Se podría decir que es la versión 3.0 que intenta responder a sus requerimientos”, explicó el director general del teatro, Roger Guasch, en la presentación de la temporada del año 2016/2017. Serán 169 anillas de cerámica roja— la diferencia entre el año actual (2016) y el de construcción del teatro (1847) —y se modificará su disposición y tamaño.
Se “esponjará” el número de piezas de la fachada de Sant Pau, para que tenga un menor impacto visual, y el diámetro de cada uno de ellas será de un metro, frente al 1,15 inicialmente previsto, “por cuestiones técnicas del ceramista”, aclaró Guasch. Parte de esas anillas se recolocarían en la fachada nueva del teatro —la que llega hasta la calle de Unió— y también se modificará sensiblemente el tamaño del resto de las anillas de la fachada histórica de la Rambla para que no sobresalgan del resto de los elementos que la conforman, especialmente los balcones.
“Si el anillo pensado por Amat respondía a la distribución arquitectónica del teatro de Vitrubio, concretamente al arco que ocupa el público, en la fachada histórica la dimensión será la del escenario”, puntualizó Guasch. Es decir, con un tamaño sensiblemente inferior a las de la calle de Sant Pau. Con todos esas modificaciones del proyecto inicial y otras cuestiones técnicas, como los anclajes de las piezas, el Liceo ha entregado la documentación al Ayuntamiento, que emitió un primer dictamen negativo. “Veremos qué valoración hace el Consell d'Art Públic —un órgano asesor municipal que todavía se tiene que nombrar— de la propuesta ahora planteada”, concluyó el director general que insistió en la buena acogida que tiene el proyecto de Amat en las presentaciones que están realizando. Desde el Ayuntamiento puntualizaron que el nuevo proyecto se remitirá a la comisión territorial de Patrimonio Cultural de la ciudad, un organismo de la Generalitat del que también forma parte el Ayuntamiento.
Por otra parte, el director general del Liceo explicó que la temporada próxima el presupuesto del teatro crecerá ligeramente, será de algo más de 43 millones de euros, un millón más respecto a la temporada anterior porque se aumenta el número de óperas: 14, además de 3 espectáculos de danza, 8 conciertos y dos recitales. Las cuentas de la temporada que arrancará en septiembre próximo prevén un déficit de 303 millones de euros. Y, sobre todo, es la temporada en la que se espera que las administraciones, especialmente la del Ministerio de Cultura, cumplan con las aportaciones que están previstas en sus estatutos que han mermado en casi 10 millones de euros en los últimos años. “Se ha pasado de tener unas subvenciones de 29 millones a los 19 de la actual y la anterior. Ahora volveremos a realizar las rondas de conversaciones con todas ellas ya que o está recién nombradas o a la espera de estarlo, en el caso de la central”, apostilló Guasch.
Los precios de las entradas para el Liceo experimentarán un descenso medio de un 1,2% con el propósito de que el género sea más accesible. Y con ese mismo objetivo se crea un turno nuevo, llamado de iniciación a la ópera, dirigido a un público joven que tendrá hasta un 50% de descuentos y un 30% para el resto.
Grandes voces y rarezas
Más óperas, en una apuesta clara por el gran repertorio que también incluye rarezas y un título contemporáneo; más funciones, con un rebaja de un 1, 2% en los precios, y más descuentos para los estudiantes. El objetivo es ganar público y atraer a los más jóvenes. En estos pilares se asienta la nueva temporada del Gran Teatro del Liceo, la segunda bajo la dirección artística de Christina Scheppelmann (con buena parte heredada del anterior responsable, Joan Matabosch), que cuenta con grandes voces—destaca Plácido Domingo, Piotr Beczala, Leo Nucci, Javier Camarena, Gregory Kunde, Joyce DiDonato, Sondra Ravdanovsky, Josep Bros, Carlos Álvarez y Dmitri Hvorostovsky-—y ambiciosos montajes.
Con unas cuentas más saneadas, la próxima temporada del Liceo amplía horizontes, desde el rescate de una joya barroca de Vivaldi, Teuzzone, dirigida por Jordi Savall, a una ópera del siglo XXI, Quartett, del compositor y director de orquesta italiano Luca Francesconi, con dirección escénica de Àlex Ollé (La fura dels baus). Aunque la nueva temporada comenzará con la misma ópera que cerrará la actual — el montaje de esencias cinematográficas de La flauta mágica de la Komische Oper Berlín— la inauguración oficial tendrá lugar el 7 de octubre con Macbeth, de Verdi, con los barítonos Ludovic Tézier y Luca Salsi y las sopranos Martina Serafin y Tatiana Serjan en los papeles estelares, en un montaje de grandes dimensiones con dirección escénica de Christof Loy.
Josep Pons, director musical del teatro, tendrá gran protagonismo; en noviembre dirigirá Le nozze di Figaro, con dirección escénica de Lluís Pasqual y en diciembre llevará las riendas de uno de los montajes estelares, una coproducción de Elektra, de Richard Strauss, del Liceo con el Metropolitan de Nueva York y La Scala de Milán, entre otros coliseos de primer nivel, con el sello escénico del desaparecido Patrice Chérau y las voces de Evelyn Herlitzius, Adrianne Pieczonca y Waltraud Meier.
Pons también dirigirá otro título mozartiano, Don Giovanni, con Marius Kwiecien y Carlos Álvarez en el papel titular y las voces de Miah Persson, Julia Lezhneva, Dimitri Korchak y Simón Orfila. La producción, que incorpora las nuevas tecnologiás con gran impacto visual, lleva la firma escénica de Kasper Holten, actual director artístico de la Royal Opera House, Covent Garden de Londres y que debuta en el Liceu. Y como guinda, despedirá la temporada el 27 de julio dirigiendo en versión de concierto la célebre opereta La viuda alegre, de Franz Lehar, con Angela Denokee y Bo Skovhus como pareja protagonista en una versión con cortes en los diálogos.
Quienes busquen grandes divos disfrutarán con Werther, de Jules Massenet, con Piotr Beczala, Josep Bros y Anna Caterina Antonacci; con el regreso de Plácido Domingo, como protagonista de Thaïs, de Jules Massenet, en versión de concierto, con Nino Machaidze y Celso Albelo.
La ración verdiana incluye dos de los títulos más populares del repertorio: Rigoletto, con Javier Camarena en su primer Duque de Mantua, con Leo Nucci y Carlos Álvarez, que regresa al Liceo tras varias temporadas de ausencia, en el papel titular; e Il trovatore, con dirección escénica de Joan Anton Rechi y musical de Daniele Callegari y un primer reparto encabezado por Marco Berti, Kristin Lewis, Artur Ruzinski, Marianne Cornetti y Carlo Colombara.
Camarena también será el tenor protagonista de La fille du régiment, de Donizetti, en un divertido montaje de Laurent Pelly, con Sabina Puértolas, Ewa Podles y la actriz Bibiana Fernández en el hilarante papel de Duquesa de Crakentorp.
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