Munté: “El acuerdo es con la CUP y no con una de sus corrientes”

El Gobierno catalán ha intentado relativizar el mensaje de Endavant, uno de los grupos de la CUP, que considera que el acuerdo con Junts pel Sí fue tan grave que lo tachan, por tanto, de papel mojado. La decisión de esa corriente supone una amenaza para el Ejecutivo de Carles Puigdemont al precisar del respaldo de los diputados de la izquierda anticapitalista para garantizar la estabilidad parlamentaria. “Existe un acuerdo político entre Junts pel Sí y la CUP, no con una corriente de la CUP. Estamos convencidos de que se seguirá cumpliendo y trabajaremos para que salga adelante”, ha señalado la consejera de la presidencia.

En su comparecencia habitual tras la reunión del Consell Executiu, Munté ha insistido en que hasta ahora ningún dirigente de la CUP les ha trasladado ningún cambio de decisión en el seno de su grupo parlamentario. “No, no estamos preocupados”, ha señalado. “Es un acuerdo para blindar la estabilidad del Gobierno y aprobar los presupuestos pero somos conscientes de las dificultades”, ha admitido.

El Ejecutivo está dispuesto a que las cuentas de 2016 sean aprobadas con el máximo consenso y ha tendido la mano a la oposición para tirarlas adelante. No parece que vaya a ser fácil porque la mayoría de grupos les reprocha su hoja de ruta independentista y la prueba es que hace una semana todo el hemiciclo –salvo la CUP- se opuso a votar a favor de la prórroga presupuestaria. “Las perspectivas son buenas”, ha señalado respecto a cómo se pueden desarrollar las negociaciones con la oposición. Munté ha recalcado que el acuerdo que desencalló la legislatura no incluye la paralización de Barcelona World, que está aprobado inicialmente. “El proyecto es plenamente vigente”, ha dicho sin eludir que confían en encontrar el máximo consenso. La CUP se opone a él pero en el seno del Ejecutivo también hay divergencias porque Esquerra rechaza frontalmente la creación de casinos.