El policía local juzgado por abuso de menores acumuló 20.000 archivos

La investigación de la Guardia Civil reveló que el policía local de Burriana (Castellón) acusado por abuso sexual y corrupción de menores guardaba más de 20.000 archivos y vídeos de carácter pornográfico. Los agentes encontraron el material en el disco duro de su ordenador portátil y en un lápiz de memoria. Estaban ordenados en carpetas por nacionalidades, años y lugares que coinciden con el entorno de las víctimas.

En los dispositivos informáticos guardaba fotografías de menores desnudos y vídeos pornográficos. Los investigadores reconocieron en las imágenes a algunas de las víctimas. El acusado, José Antonio M. M., enseñaba esas fotografías a los menores y les prometía prebendas, dinero en metálico o solucionar expedientes judiciales si accedían a tener relaciones sexuales con él como habían hecho algunos de sus conocidos.

Además, de la investigación también se desprende que el acusado realizó algunas de las fotografías desde su lugar de trabajo en el control de accesos del Ayuntamiento de Burriana y desde el coche policial en servicio de patrulla. Las fotografías mostraban detalles de las partes íntimas de varones de diversas edades y en posturas diferentes.

De la misma manera, los técnicos de servicios sociales que atendían a los menores declararon que José Antonio M.M. frecuentaba el entorno de los centros de internamiento y se interesaba por los permisos de algunos de ellos, información que no recibió. No obstante, sí que recogió en el centro a uno de los menores, autorizado por la madre de este. Así como en una ocasión firmó la salida de dos de ellos de la comisaría de Benicàssim tras un hurto. De hecho, en el día de la detención, en abril de 2014, el acusado portaba un maletín con un ordenador portátil, una agenda y el original de una denuncia de una de las víctimas.

La Fiscalía estudia pedir más pena

En la primera sesión del juicio uno de los menores modificó su declaración respecto a la hecha en la fase de instrucción y confesó que, además de tocamientos, tuvo relaciones sexuales con el acusado. Esta modificación supone un cambio sustancial respecto a la instrucción y la fiscalía estudia elevar la petición de pena, que ya roza los 100 años de prisión.

De todas maneras, la sala se ha visto obligada a ampliar los días de señalamiento del juicio y tras concluir la segunda jornada con los testimonios citados por ambos letrados y la valoración de los forenses, la vista se retomará el próximo viernes con las conclusiones definitivas de la Fiscalía y la defensa.