El Ayuntamiento de Tarragona muestra el ‘forat de la vergonya’

Encontrar una solución al desastre de Jaume I. Al día siguiente de que el alcalde de Tarragona Josep Fèlix Ballesteros declarara en el juzgado por un presunto caso de prevaricación, el equipo de gobierno ha puesto en marcha una operación para encontrar salida a un aparcamiento que se ha convertido en el principal fiasco de la ciudad. Una rémora urbanística que acumula 14 años de inactividad, pérdidas por valor de más de 30 millones de euros y que la concejal Begoña Floría, portavoz municipal, no duda a calificar de “vergüenza”. El fallido proyecto de aparcamiento de la parte alta de Tarragona es una sangría para las arcas municipales y una condena para la ciudad. Presupuestado inicialmente en casi cuatro millones de euros, las obras acabaron valiendo cerca de 30 , pero nunca ha podido ser utilizado.

Concejales del gobierno y de la oposición, junto con técnicos de Urbanismo y del área de Territorio, han visitado este miércoles las ruinas del fracaso. El aparcamiento subterráneo, construido justo ante la sede del rectorado de la Universitat Rovira i Virgili, debía esponjar la movilidad al casco antiguo de Tarragona. El gobierno convergente de Joan Miquel Nadal presentó el proyecto en 2002 presumiendo de haber encontrado la manera de meter más de 600 vehículos entre las estrechas calles de la parte alta. A Jaume I se le colgó la etiqueta de aparcamiento “inteligente” porque estaba dotado de un complicado mecanismo de celdas y compartimentos que permitía ir repartiendo los coches en diferentes niveles. En ningún caso se buscaba construir un aparcamiento convencional sino que, mediante elevadores y plataformas hidráulicas, los coches tenían que ir quedando encajados en el interior del aparcamiento como si se tratara de un rompecabezas. Nunca ha servido para nada y el volumen de la herramienta y de la instalación que hay imposibilita un uso alternativo. “Es la herencia más desgraciada de la ciudad de Tarragona”, lamenta la portavoz municipal. El PSC descarta recuperar la idea de habilitar un aparcamiento y defiende la idoneidad de darle un uso social para los vecinos. Pero admite que este “no será un tema fácil” y quiere llegar a un consenso con el resto de grupos municipales.

Mientras tanto, toneladas de hierro se van enmoheciendo dentro de Jaume I y el Ayuntamiento tiene que pagar un millón de euros anual en concepto de créditos e intereses. No será hasta el año 2040 que la pifia quedará completamente pagada. El Ayuntamiento justifica que esta carga imposibilita abaratar el precio de los aparcamientos municipales.

El Ayuntamiento tiene que pagar un millón de euros anual en concepto de créditos e intereses

El juzgado de instrucción 3 de Tarragona tiene una investigación abierta para intentar aclarar qué responsables hay detrás de la negligencia y ha ordenado que se lo consulte previamente antes de emprender cualquier actuación sobre la obra.