El PP recobra Pozuelo del Rey gracias al apoyo de dos ediles socialistas

Gerardo Álvaro, del PP, se convirtió ayer en el nuevo alcalde de Pozuelo del Rey, un municipio de 1.092 habitantes en el sureste de Madrid, gracias al apoyo de los dos concejales socialistas a la moción de censura que los cuatro ediles populares presentaron en agosto contra la agrupación Unión de Ciudadanos Independientes (Ucín), que gobernaba en minoría con tres concejales. El Partido Socialista de Madrid abrirá un expediente de expulsión “de forma inmediata” a sus dos concejales, decisivos para que saliera adelante la primera moción de censura de la legislatura en la región.

La plaza del Ayuntamiento de Pozuelo del Rey bullía ayer, poco antes del mediodía. En un pleno extraordinario se debatía la moción de censura al hasta entonces alcalde de la localidad, Roberto Iglesias. Fue planteada por el PP y apoyada por los concejales del PSOE para desbancar al alcalde de Ucín, una agrupación formada por vecinos del pueblo y “sin adscripción a ningún partido político”.

Iglesias no asistió al acto en que se aprobó la moción con la que fue relevado. Tampoco se le esperaba. La propuesta se presentó el día antes de su boda. El novio, y ya exregidor, se encontraba de luna de miel. “Ha cambiado el vuelo y aterriza en Barajas a las 13.00, no llega al pleno”, explicaba José Víctor López, teniente alcalde hasta ayer. El PP y el PSOE, mayoría en el Ayuntamiento entre los dos, no quisieron retrasar el pleno.

“Como vecinos, estamos indignados”, contaba Carlos Gascón, de 70 años. Fue edil de la corporación del Partido Popular durante la legislatura pasada, en la que Gerardo Álvaro fue el alcalde. “Pero solo seis meses”, matiza Gascón. “Lo que vi no me gustó”, apunta. Álvaro sustituyó a Pedro López (PSOE), que durante 17 años fue el alcalde de Pozuelo del Rey durante 17 años. Tras años de una dura relación política y personal, ambos se pusieron de acuerdo para censurar a Iglesias y sustituirle al frente del Ayuntamiento.

Sin el alcalde y con todo el pueblo agitado, se abrieron las puertas del Consistorio. Aunque el encuentro, por su trascendencia, iba a tener lugar en la Casa de la Cultura, para albergar a más ciudadanos, finalmente se celebró en la pequeña sala de plenos. PP y PSOE lo acordaron. Llegaron las primeras quejas. “Han actuado como si tuvieran mayoría absoluta...”, relataba el portavoz de Ucín. “¡Mentira!”, interrumpía un vecino en la sala.

El alcalde de Ucín fue cesado en la sesión, muy bronca, por seis votos a favor (populares y socialistas unidos) contra los dos ediles presentes de Ucín.

La dirección regional del PSOE de Madrid subrayó que se especificó a sus dos concejales en Pozuelo del Rey, mediante un burofax, que seguir adelante con la moción de censura “podría contraer graves consecuencias como la apertura de un expediente de expulsión”.

“A pesar de las diferencias, hemos llegado a un acuerdo por el bien del pueblo”, decía el popular Álvaro, recién investido alcalde. Se da la circunstancia de que su partido interpuso varias demandas a su predecesor, el socialista López, por prevaricación, malversación y tráfico de influencias; en total, según sus propios cálculos, unos 400.000 euros de sustracción a las arcas municipales. “Los socialistas apoyaron a Ucín, pero pidieron que el Ayuntamiento se retirara como querellante de las demandas municipales. No accedimos y han llegado a un acuerdo con los populares, sus enemigos hasta hace poco”, resume Ángel Gómez, de 50 años, y en las listas de Ucín.

El extinto y breve equipo de gobierno de Ucín en Pozuelo del Rey afirma que encontró facturas impagadas (48.000 euros de electricidad), salarios no ingresados a varios trabajadores municipales (una de ellas ha ganado un juicio y le deben 60.000 euros)... La deuda viva del municipio era de 629.000 euros a 1 de enero de 2015, según el Ministerio de Hacienda.

La tensión no menguó tras la moción con la que el PP arrebató la alcaldía. Por ejemplo, dos vecinas, una a favor y la otra en contra del cambio de gobierno, casi llegaron a las manos. “Tenéis lo que os merecéis; lo que votáis”, decía en voz alta un vecino indignado. Llevaba una camiseta con el lema “PPSOE=Ladrones” rubricado. “Estamos perdiendo la oportunidad de ser decentes”, añadía.