Reinventarse o morir: las nuevas formas del teatro madrileño

Nueva York, 1950. En The Club Room, una famosa y veterana actriz habla sobre la dulce y perversa Eva. Seguramente se le haya venido a la mente una de las películas imprescindibles de la historia del cine. Es imposible olvidar a Bette Davis en Eva al desnudo. Ahora, una nueva Margot Channing volverá a reinterpretar esa escena en un lugar insólito, lejos de la gran pantalla. Será en el bar de los madrileños teatros Luchana durante todo el mes de agosto.

Madrid es una ciudad de teatros, pero elegir obra no es sencillo. La programación es amplia. La oferta, incontable. Los nuevos tiempos han provocado una explosión de géneros que ha difuminado las líneas que los separan. Entre tanta heterogeneidad, hay obras para todos los gustos. La apuesta de los Luchana por Citas de cine: un encuentro con Bette Davis, de la compañía Teatro en Sitios, es un ejemplo de que no es sólo una frase hecha.

Los antiguos cines de Chamberí fueron rehabilitados y reconvertidos en un espacio multisala, con propuestas variopintas y alejadas del teatro tradicional. “Somos una reinvención del teatro off, pero fuera de la precariedad que sufren este tipo de salas”, explica Jorge de las Heras, uno de sus impulsores. “Sobre todo queremos mantener ese tipo de teatro, pero a precios asequibles", señala. El apoyo de una docena de socios, entre los que hay nombres tan mediáticos cómo Juan Diego o Fran Perea, ha permitido sacar adelante un proyecto en el que se mezclan propuestas que van de lo clásico hasta lo experimental. Una buena opción para este verano es Mujeres Desesperantes una disparatada comedia escrita por Carla Guimaraes y Pepe Macías que estará en elescenario todo el mes de agosto. Lo original, más que el contenido del texto, es el continente. Se puede comprar una entrada con pack de teatro y cena.

Los Luchana, además, se han sumado a la tendencia de otros teatros de dedicar una programación especial a los niños. Tienen en cartel obras como Papá, quiero ser mago o Bin atrapagenios, algo que ya hizo el Teatro del Barrio con actividades de percusión para bebés, entre otras. Esta cooperativa cultural de Lavapiés es el ejemplo más significativo del nuevo teatro político, pero también es un espacio donde se dan cita géneros reinventados, y otras actividades gratuitas, porque el proyecto Barrio funciona cómo asociación cultural. Este mes tiene programado una verbena para mayores y noches de guateque amenizadas con la música del DJ 'El Duende'.

La innovadora estructura de estas salas de aforo más o menos grande también está destinada a salas alternativas del off propiamente dicho, mucho más pequeñas. Una de ellas es Biribó Teatro. Su concepto va, incluso, un paso más allá. Tienen teatro, talleres y alquilan su escenario para otras compañías. Pero, además, en su primera planta han montado un ambigú para tomar un tentempié, leer obras de teatro, y libros de interpretación y técnica. Sus precursores, Crismar López y Joaquín Navamuel, lo han tenido más difícil, pero confían en el proyecto. “El teatro tiene que evolucionar, por eso queremos que nuestra sala sea algo más y se convierta en un lugar de encuentro”, sentencia López.