“Es imposible que nadie fuera secuestrado en el C-3”, dice un policía

La tesis de que los dos ocupantes del Citroën C-3 que fue tiroteado por policías locales de Getafe en noviembre de 2011 habían secuestrado a una persona ha quedado anulada esta mañana durante la segunda sesión del juicio. Un inspector en prácticas perteneciente al Grupo X de Homicidios ha explicado que era "imposible" que fuera una persona en los asientos traseros. En su opinión, "no había espacio suficiente" ya que había dos cajas grandes de maquinaria de obras lo que imposibilitaba que entrara allí nadie. Otro testigo ha explicado que se encontraba en la ventana de su casa cuando vio el tiroteo y que en ningún momento oyó que los policías le dieran el alto a los ocupantes del C-3.

La versión del inspector en prácticas coincide con la versión facilitada por Roberto García, el conductor del vehículo, durante la primera sesión del juicio celebrada ayer jueves. El agente que estaba fuera de servicio y que fue el que avisó a la emisora de la Policía Municipal aseguró que había visto a las 10.45 del 21 de noviembre de 2011 a dos personas como introducían a la fuerza a otra en la parte trasera de un Citroën C-3. Después se comprobó que este constaba como sustraído. Dos de los ocupantes estaban en la parte trasera y durante el trayecto iban manoteando y forcejeando.

Roberto García señaló que lo único que hizo él fue empujar una voluminosa caja de un martillo percutor que no entraba con facilidad en los asientos traseros del C-3. Intentó cerrar la puerta, pero como no podía le pegó varias patadas hasta que lo consiguió. Negó en todo momento que hubieran secuestrado a una persona, como se les acusaba.

El inspector en prácticas ha confirmado la versión del herido en el tiroteo. Cuando llegó al lugar del tiroteo, pudo comprobar que las puertas delanteras del vehículo estaban abiertas. También se fijó en los asientos posteriores. Aquí iban dos cajas grandes de herramientas de una conocida marca. "Eso impedía que alguien viajara detrás", ha concluido el mando policial. "Nadie nos comunicó que alguien se bajara del vehículo C-3 ni que en algún momento los policías le perdieran de vista", ha explicado. También ha destacado que ninguno de los agentes que intervinieron en el tiroteo señalaron que habían sufrido lesiones o algún tipo de golpe cuando les interrogaron.

Uno de los testigos que ha declarado hoy también ha desmontado parte de las versiones de los tres agentes procesados: "Lo grabé todo desde el balcón. Había cinco policías con las pistolas arriba y escuché disparos muy seguidos y en ningún momento escuché que dieran el alto" ha declarado durante la presente sesión.